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Q3051589 Espanhol
Sobre la tilde diacrítica, elija la opción con la aplicación INCORRECTA.
Alternativas
Q3051588 Espanhol
Relaciona las columnas; luego, selecciona la respuesta correcta.

1. Persona torpe de manos, desmañada.
2. Que todavía no tiene barba.
3. Que no tiene barba o que tiene poca.
4. Persona que tiene gran habilidad para una actividad manual o un oficio.

( ) Barbilampiño.
( ) Manazas.
( ) Manitas.
( ) Imberbe.
Alternativas
Q3051587 Espanhol
En los grupos abajo todas las palabras siguen la misma regla de acentuación, EXCEPTO:
Alternativas
Q3051586 Espanhol
Rellene los huecos y luego elija la opción correcta.

I. “Marcos es un _____ padre para sus hijos.”
II. “Rosa no come ______.”
III. “Ella vive _____ cerca de nosotros.”
IV. “Carla se ha levantado ______ temprano.” 
Alternativas
Q3051585 Espanhol
Elija la opción correcta.
Alternativas
Q3051584 Espanhol
Haga la lectura del texto para contestar la cuestione.

Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Según el texto, la forma de tener una alimentación saludable sin problemas con la comida chatarra es:
Alternativas
Q3051583 Espanhol
Haga la lectura del texto para contestar la cuestione.

Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Considere el término subrayado en “O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.” (12º§) Es correcto decir que él podría ser sustituido, sin cambio de sentido, por los términos abajo, EXCEPTO:
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Q3051582 Espanhol
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Considere el término subrayado en “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado […] (8º§). Él fue utilizado para indicar que los sabores NO son:
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Q3051581 Espanhol
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Los heterogenéricos son sustantivos que, en el español y el portugués, presentan diferencias de género gramatical. Los términos abajo son ejemplos de palabras heterogenéricas, EXCEPTO:
Alternativas
Q3051580 Espanhol
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Considere el término subrayado en “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero [...] (18º§) Son palabras que podrían sustituirlo, sin cambio de sentido, EXCEPTO:
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Q3051579 Espanhol
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Es correcto decir que:
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Q3051578 Espanhol
Haga la lectura del texto para contestar la cuestione.

Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Tras leer el texto, se puede decir que son comidas chatarras, EXCEPTO:
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Q3051577 Espanhol
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
La pregunta en el título fue suscitada por:
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Abajo, se disponen cuatro sinónimos para distintos significados del término “rico”. El que podría sustituir, sin cambio de sentido, su ocurrencia en “Huele rico” (4º§) está en:
Alternativas
Q3051575 Espanhol
Haga la lectura del texto para contestar la cuestione.

Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Considere el término subrayado en “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato […] (5º§). Es correcto decir que él podría ser sustituido, sin cambio de sentido, por:
Alternativas
Q3051574 Espanhol
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
Abajo, se disponen posibles significados para el verbo “saber”. El significado que corresponde al término en su uso en el título del texto está en:
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Q3051573 Espanhol
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Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

     Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente Buena?
      Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.
    “¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

      Huele rico
      “Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.
     El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.
     Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.
    “Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.
   El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas – por ejemplo una hamburguesa o el tocino fritonos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

    ¿Y las gaseosas?
   Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?
   O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.
   Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.
   “El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.
     Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.
    Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

    El aspecto psicológico
   “Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).
    “Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más”, señaló.
     Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.
     “Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.
     Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?
    “Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”. “Tan solo no comas demasiado”.

(Disponible en: < https://www.bbc.com/mundo/noticias-46613759>. Acceso el: 25/08/2024. Adaptado.)
El término “chatarra” en el título se usa para describir la comida como siendo:
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Q3051542 Português
Igualdade de gênero é pilar de um mundo mais justo


Desde o início do século passado, o Dia Internacional da Mulher é associado à luta por melhores condições de vida e de trabalho, por salários mais justos e, principalmente, por equidade de gênero. Há conquistas a celebrar, isso é indiscutível, mas prefiro destacar o longo caminho que ainda precisamos percorrer para que as demandas mobilizadas pelos movimentos de nossas pioneiras em várias partes do mundo sejam atendidas.


Assim, o 8 de março reveste-se de singular importância – não pelo tom celebratório que alguns insistem em imprimir à data, mas pela oportunidade de reflexão. A data ainda faz sentido porque chama a atenção para a situação díspar das mulheres no mercado de trabalho, para a violência e opressão que sofrem em casa e nos ambientes que frequentam, para a necessidade de se formular políticas públicas que as contemplem e para as desiguais jornadas que ainda são obrigadas a cumprir nos âmbitos profissional e doméstico. Representa, ainda, uma possibilidade de refletir sobre as distâncias entre as muitas mulheres que foram, e têm sido, silenciadas ao longo dos tempos.


Como a Universidade não é um ente deslocado das estruturas sociais, grande parte dessa situação vivida pelas mulheres também é reproduzida dentro dos muros da academia. As mulheres representam mais da metade do corpo discente da UFMG (graduação e pósgraduação), mas essa proporção está longe de se refletir, por exemplo, no corpo docente de algumas áreas do conhecimento, na gestão da Universidade ou entre os pesquisadores que recebem bolsas do CNPq. Das 69 universidades federais, apenas 14 são comandadas por reitoras. As mulheres continuam subrepresentadas nos principais espaços decisórios da academia e sofrem com a discriminação e os estereótipos de gênero, perpetuados por uma sociedade desigual e preconceituosa.


É justamente no mês da mulher que recebemos uma nova leva de estudantes embalada pelo lema da nossa UFMG: Incipit vita nova, “uma vida nova se inicia”. Com a chegada dessa juventude – “página de um livro bom”, como diria a música –, somos levadas, a cada período letivo, a renovar nosso compromisso com a formação – tanto no campo do conhecimento formal quanto nas dimensões relacionadas ao exercício da cidadania e aos direitos humanos. E uma dessas dimensões é a igualdade de gênero. Temos que mostrar às novas gerações que as mulheres travam um bom combate permanente, que todas têm direitos que precisam ser assegurados – e, principalmente, que a igualdade de gênero não é boa só para as mulheres. Ela também é benéfica para os homens, para a sociedade e para o desenvolvimento econômico, pois é um dos pilares de um mundo mais justo e diverso.



(Sandra Regina Goulart Almeida | Reitora da UFMG. Disponível em: https://ufmg.br/comunicacao/noticias/opiniaoigualdade-de-genero-e-pilar-de-um-mundo-mais-justo. Acesso em 03 de agosto de 2024.)
Quanto aos processos de formação de vocábulos da língua portuguesa, está correto o que se afirma em:
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Q3051541 Português
Igualdade de gênero é pilar de um mundo mais justo


Desde o início do século passado, o Dia Internacional da Mulher é associado à luta por melhores condições de vida e de trabalho, por salários mais justos e, principalmente, por equidade de gênero. Há conquistas a celebrar, isso é indiscutível, mas prefiro destacar o longo caminho que ainda precisamos percorrer para que as demandas mobilizadas pelos movimentos de nossas pioneiras em várias partes do mundo sejam atendidas.


Assim, o 8 de março reveste-se de singular importância – não pelo tom celebratório que alguns insistem em imprimir à data, mas pela oportunidade de reflexão. A data ainda faz sentido porque chama a atenção para a situação díspar das mulheres no mercado de trabalho, para a violência e opressão que sofrem em casa e nos ambientes que frequentam, para a necessidade de se formular políticas públicas que as contemplem e para as desiguais jornadas que ainda são obrigadas a cumprir nos âmbitos profissional e doméstico. Representa, ainda, uma possibilidade de refletir sobre as distâncias entre as muitas mulheres que foram, e têm sido, silenciadas ao longo dos tempos.


Como a Universidade não é um ente deslocado das estruturas sociais, grande parte dessa situação vivida pelas mulheres também é reproduzida dentro dos muros da academia. As mulheres representam mais da metade do corpo discente da UFMG (graduação e pósgraduação), mas essa proporção está longe de se refletir, por exemplo, no corpo docente de algumas áreas do conhecimento, na gestão da Universidade ou entre os pesquisadores que recebem bolsas do CNPq. Das 69 universidades federais, apenas 14 são comandadas por reitoras. As mulheres continuam subrepresentadas nos principais espaços decisórios da academia e sofrem com a discriminação e os estereótipos de gênero, perpetuados por uma sociedade desigual e preconceituosa.


É justamente no mês da mulher que recebemos uma nova leva de estudantes embalada pelo lema da nossa UFMG: Incipit vita nova, “uma vida nova se inicia”. Com a chegada dessa juventude – “página de um livro bom”, como diria a música –, somos levadas, a cada período letivo, a renovar nosso compromisso com a formação – tanto no campo do conhecimento formal quanto nas dimensões relacionadas ao exercício da cidadania e aos direitos humanos. E uma dessas dimensões é a igualdade de gênero. Temos que mostrar às novas gerações que as mulheres travam um bom combate permanente, que todas têm direitos que precisam ser assegurados – e, principalmente, que a igualdade de gênero não é boa só para as mulheres. Ela também é benéfica para os homens, para a sociedade e para o desenvolvimento econômico, pois é um dos pilares de um mundo mais justo e diverso.



(Sandra Regina Goulart Almeida | Reitora da UFMG. Disponível em: https://ufmg.br/comunicacao/noticias/opiniaoigualdade-de-genero-e-pilar-de-um-mundo-mais-justo. Acesso em 03 de agosto de 2024.)
No excerto: “[...] para a violência e opressão que sofrem em casa e nos ambientes que frequentam, para a necessidade de se formular políticas públicas”. O termo marcado exerce, nesse contexto, uma função de
Alternativas
Q3051540 Português
Igualdade de gênero é pilar de um mundo mais justo


Desde o início do século passado, o Dia Internacional da Mulher é associado à luta por melhores condições de vida e de trabalho, por salários mais justos e, principalmente, por equidade de gênero. Há conquistas a celebrar, isso é indiscutível, mas prefiro destacar o longo caminho que ainda precisamos percorrer para que as demandas mobilizadas pelos movimentos de nossas pioneiras em várias partes do mundo sejam atendidas.


Assim, o 8 de março reveste-se de singular importância – não pelo tom celebratório que alguns insistem em imprimir à data, mas pela oportunidade de reflexão. A data ainda faz sentido porque chama a atenção para a situação díspar das mulheres no mercado de trabalho, para a violência e opressão que sofrem em casa e nos ambientes que frequentam, para a necessidade de se formular políticas públicas que as contemplem e para as desiguais jornadas que ainda são obrigadas a cumprir nos âmbitos profissional e doméstico. Representa, ainda, uma possibilidade de refletir sobre as distâncias entre as muitas mulheres que foram, e têm sido, silenciadas ao longo dos tempos.


Como a Universidade não é um ente deslocado das estruturas sociais, grande parte dessa situação vivida pelas mulheres também é reproduzida dentro dos muros da academia. As mulheres representam mais da metade do corpo discente da UFMG (graduação e pósgraduação), mas essa proporção está longe de se refletir, por exemplo, no corpo docente de algumas áreas do conhecimento, na gestão da Universidade ou entre os pesquisadores que recebem bolsas do CNPq. Das 69 universidades federais, apenas 14 são comandadas por reitoras. As mulheres continuam subrepresentadas nos principais espaços decisórios da academia e sofrem com a discriminação e os estereótipos de gênero, perpetuados por uma sociedade desigual e preconceituosa.


É justamente no mês da mulher que recebemos uma nova leva de estudantes embalada pelo lema da nossa UFMG: Incipit vita nova, “uma vida nova se inicia”. Com a chegada dessa juventude – “página de um livro bom”, como diria a música –, somos levadas, a cada período letivo, a renovar nosso compromisso com a formação – tanto no campo do conhecimento formal quanto nas dimensões relacionadas ao exercício da cidadania e aos direitos humanos. E uma dessas dimensões é a igualdade de gênero. Temos que mostrar às novas gerações que as mulheres travam um bom combate permanente, que todas têm direitos que precisam ser assegurados – e, principalmente, que a igualdade de gênero não é boa só para as mulheres. Ela também é benéfica para os homens, para a sociedade e para o desenvolvimento econômico, pois é um dos pilares de um mundo mais justo e diverso.



(Sandra Regina Goulart Almeida | Reitora da UFMG. Disponível em: https://ufmg.br/comunicacao/noticias/opiniaoigualdade-de-genero-e-pilar-de-um-mundo-mais-justo. Acesso em 03 de agosto de 2024.)
Para a constituição de um texto, é preciso que as ideias apresentadas estejam encadeadas por elementos que garantam a progressão do assunto tratado. Assinale a alternativa cujo elemento destacado seja um coesivo anafórico, dentro do contexto em que se insere no texto.
Alternativas
Respostas
2101: C
2102: C
2103: D
2104: A
2105: D
2106: D
2107: C
2108: B
2109: B
2110: A
2111: C
2112: B
2113: B
2114: B
2115: B
2116: A
2117: B
2118: C
2119: E
2120: C