Questões de Espanhol - Tempos Verbais do Indicativo | Tiempos Verbales del Indicativo (Presente, Pretérito Perfecto Simple o Compuesto, Pretérito Imperfecto, Pretérito Pluscuamperfecto, Futuro Simple o Compuesto) para Concurso

Foram encontradas 63 questões

Q2426178 Espanhol

Qual o tempo verbal para "Los seres humanos somos animales diurnos"?

Alternativas
Q2272022 Espanhol
El modo y los tiempos verbales en español permiten al hablante expresar temporalidad y actitud respecto a la acción. ¿Cuál de las siguientes oraciones usa un tiempo verbal en modo subjuntivo? 
Alternativas
Q2257146 Espanhol

TEXTO 2


MARAVILLAS DE LA VOLUNTAD


        A Ias tres en punto don Pedro Ilegaba a nuestra mesa, saludaba a cada uno de los concurrentes, pronunciaba para sí unas frases indescifrables y silenciosamente tomaba asiento. Pedía una taza de café, encendía un cigarrillo, escuchaba Ia plática, bebía a sorbos su tacita, pagaba a Ia mesera, tornaba su sombrero, recogía su portafolio, nos daba Ias buenas tardes y se marchaba. Y así todos los días.


        ¿Qué decía Pedro al sentarse y al levantarse, con cara seria y ojos duros? Decía:

        - Ojalá te mueras.


        Don Pedro repetia muchas veces al día esa frase. Al levantarse, al terminar su tocado matinal, al entrar o salir de casa - a Ias ocho, a Ia una, a Ias dos y media, a Ias siete y cuarto - , en el café, en Ia oficina, antes y después de cada comida, al acostarse cada noche. La repetía entre dientes o en voz alta; a solas o en compañía. A veces sólo con Ios ojos. Siempre con todo el alma.


        Nadie sabía contra quién dirigía aquellas palabras. Todos ignoraban el origen de aquel odio. Cuando se quería ahondar en el asunto, don Pedro movía Ia cabeza con desdén y callaba, modesto. Quizá era un odio sin causa, un odio puro. Pero aquel sentimiento lo alimentaba, daba seriedad a su vida, majestad a sus años. Vestido de negro, parecía Ilevar luto de antemano por su condenado.


        Una tarde don Pedro llegó más grave que de costumbre. Se sentó con lentitud y en el centro mismo del silencio que se hizo ante su presencia, dejó caer con simplicidad estas palabras:


        - Ya lo maté.


        ¿ A quién y cómo? Algunos sonrieron queriendo tomar Ia cosa a broma. La mirada de don Pedro los detuvo. Todos nos sentimos incómodos. Era cierto, allí se sentía el hueco de Ia muerte. Lentamente se dispersó el grupo. Don Pedro se quedó solo, más serio que nunca, un poco lacio, como un astro quemado ya, pero tranquilo, sin remordimientos.


        No volvió al día siguiente. Nunca más volvió. ¿Murió? Acaso le faltó ese odio vivificador. Tal vez vive aún y ahora odia a otro. Reviso mis acciones. Y te aconsejo que hagas lo mismo con Ias tuyas, no vaya a ser que hayas incurrido en Ia cólera paciente, obstinada, de esos pequeños ojos miopes. ¿Has pensado alguna vez cuántos - acaso muy cercanos a ti - te miran con los mismos ojos de don Pedro?

AI transformar Ia oración, "Ya lo maté.", en estilo indirecto sería de Ia siguiente forma:
Él dijo que... 
Alternativas
Q2257145 Espanhol

TEXTO 2


MARAVILLAS DE LA VOLUNTAD


        A Ias tres en punto don Pedro Ilegaba a nuestra mesa, saludaba a cada uno de los concurrentes, pronunciaba para sí unas frases indescifrables y silenciosamente tomaba asiento. Pedía una taza de café, encendía un cigarrillo, escuchaba Ia plática, bebía a sorbos su tacita, pagaba a Ia mesera, tornaba su sombrero, recogía su portafolio, nos daba Ias buenas tardes y se marchaba. Y así todos los días.


        ¿Qué decía Pedro al sentarse y al levantarse, con cara seria y ojos duros? Decía:

        - Ojalá te mueras.


        Don Pedro repetia muchas veces al día esa frase. Al levantarse, al terminar su tocado matinal, al entrar o salir de casa - a Ias ocho, a Ia una, a Ias dos y media, a Ias siete y cuarto - , en el café, en Ia oficina, antes y después de cada comida, al acostarse cada noche. La repetía entre dientes o en voz alta; a solas o en compañía. A veces sólo con Ios ojos. Siempre con todo el alma.


        Nadie sabía contra quién dirigía aquellas palabras. Todos ignoraban el origen de aquel odio. Cuando se quería ahondar en el asunto, don Pedro movía Ia cabeza con desdén y callaba, modesto. Quizá era un odio sin causa, un odio puro. Pero aquel sentimiento lo alimentaba, daba seriedad a su vida, majestad a sus años. Vestido de negro, parecía Ilevar luto de antemano por su condenado.


        Una tarde don Pedro llegó más grave que de costumbre. Se sentó con lentitud y en el centro mismo del silencio que se hizo ante su presencia, dejó caer con simplicidad estas palabras:


        - Ya lo maté.


        ¿ A quién y cómo? Algunos sonrieron queriendo tomar Ia cosa a broma. La mirada de don Pedro los detuvo. Todos nos sentimos incómodos. Era cierto, allí se sentía el hueco de Ia muerte. Lentamente se dispersó el grupo. Don Pedro se quedó solo, más serio que nunca, un poco lacio, como un astro quemado ya, pero tranquilo, sin remordimientos.


        No volvió al día siguiente. Nunca más volvió. ¿Murió? Acaso le faltó ese odio vivificador. Tal vez vive aún y ahora odia a otro. Reviso mis acciones. Y te aconsejo que hagas lo mismo con Ias tuyas, no vaya a ser que hayas incurrido en Ia cólera paciente, obstinada, de esos pequeños ojos miopes. ¿Has pensado alguna vez cuántos - acaso muy cercanos a ti - te miran con los mismos ojos de don Pedro?

Los verbos sentarse , levantarse y acostarse que aparecen en el texto se encuentran en forma infinitiva. Si los conjugamos en tercera persona singular en el Presente del Indicativo sería de Ia siguiente forma: 
Alternativas
Q2244323 Espanhol
Identificado en el cerebro el origen del círculo vicioso que hace engordar

Un grupo de científicos describe el mecanismo por el que una dieta alta en grasas inflama el hipotálamo y hace que aumente el apetito

La abundancia de alimentos sabrosos y ricos en grasa o azúcar ha propiciado que haya más personas longevas, pero también ha provocado una epidemia de enfermedades asociadas a la obesidad, que genera mala salud y pone a prueba la resistencia de los sistemas sanitarios. Una de las vías para poner freno a esta crisis sanitaria está en el estudio de lo que sucede en el cerebro cuando nos exponemos a determinados alimentos. Esta semana, un equipo liderado por Michiru Hirasawa, de la Universidad Memorial de Terranova (Canadá), publica un trabajo en la revista PNAS en el que tratan de entender la relación entre la inflamación del hipotálamo, una parte del cerebro que regula el balance de energía y nuestra sensación de hambre, y el consumo de dietas altas en grasa.

En un tiempo en el que algunas previsiones apuntan a que dentro de menos de una década hasta el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres tendrán sobrepeso u obesidad y en el que los fármacos para perder peso se están convirtiendo en superventas, la posibilidad de encontrar dianas terapéuticas contra el apetito descontrolado despierta mucho interés.

El País
Qual o tempo verbal para "En un tiempo en el que algunas previsiones apuntan a que dentro de menos"?
Alternativas
Respostas
1: A
2: A
3: B
4: C
5: C