Questões de Vestibular de Espanhol

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Ano: 2018 Banca: UNICENTRO Órgão: UNICENTRO Prova: UNICENTRO - 2018 - UNICENTRO - Vestibular - Espanhol |
Q1400080 Espanhol
La sequía que acorraló a la cultura maya

Una investigación calcula la gravedad de la temporada seca que provocó daños socioeconómicos severos en muchas áreas ocupadas por esta civilización
[1ª parte]
Las épocas de sequía que atormentan a muchas sociedades hoy en día no son un problema nuevo. Y quizás estudiar lo que pasó en la antigüedad pueda dar pistas sobre cómo enfrentarse a esa plaga. La civilización maya afincada durante muchos siglos en Centroamérica, fue una de las que más sufrieron las temporadas secas. Distintos estudios apuntan a que la que caracterizó décadas enteras en los siglos IX y X d. C. en muchas regiones donde vivían los mayas causó graves alteraciones socioeconómicas y contribuyó en provocar su declive cultural. Una investigación publicada este jueves en Science calcula que las consecuencias de esas sequías en la península de Yucatán (México) provocaron un descenso anual medio de las precipitaciones de casi un 50% con respecto a las condiciones actuales. Fue una de las épocas de sequía “más severas de los últimos 10.000 años en esta zona”, según uno de los autores. 
en esta zona”, según uno de los autores. No cabe duda sobre el hecho de que eventos climáticos extremos dejaron una huella profunda en la historia de los mayas una civilización politeísta cuya estructura sociopolítica y cuya herencia cultural, lingüística y religiosa despiertan curiosidad y fascinación en muchas partes del mundo. Esclarecer cómo de intensos fueron esos eventos y hasta qué punto fueron directamente responsables de su declive, en cambio, es todavía objeto de debate. Los autores del estudio publicado este jueves, científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y de Florida (EE UU), aportaron un nuevo elemento a la discusión tras analizar los sedimentos del lago Chichancanab, en la región de Yucatán (México).
En la última parte del primer milenio d. C. “se redujo considerablemente el volumen de agua en los lagos de esta región, como consecuencia de la disminución en las lluvias y la mayor tasa de evaporación”, explica el español Fernando Gázquez-Sánchez, uno de los investigadores de Cambridge. “Estas etapas quedaron registradas en forma de estratos de yeso, un mineral cuya presencia en lagos suele estar relacionada con periodos secos”, agrega. Gázquez-Sánchez explica que la datación con carbono-14 de una semilla que había quedado atrapada en el yeso depositado permitió identificar con exactitud la época de sequías más extremas entre el 780 y el 990 d. C.
Una temporada seca tan larga provocó picos en los que el descenso de la media de precipitaciones anuales alcanzó hasta un 70% con respecto a las condiciones actuales del lago Chichancanab. También se registró una disminución de entre un 2% y un 7% en la humedad. “Las causas de estas sequías fueron de origen natural, ya que en este periodo el ser humano no tenía aún la capacidad de cambiar el clima a escala global, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad”, asegura Gázquez-Sánchez. El periodo identificado como el de situaciones de sequía más extremas “coincide perfectamente con el declive de la civilización Maya constatado a partir de restos arqueológicos, por ejemplo, la disminución en el número de construcciones civiles y templos construidos durante este periodo”, explica el investigador almeriense. 


[2ª parte]
La crisis de una civilización milenaria
“Las sequías no explican la caída de todos los sitios o ciudades mayas y definitivamente hubo eventos socio-políticos que contribuyeron a la caída de la civilización”, afirma Martín Medina, de la Universidad de Auburn (EE UU). “Hasta qué punto fue el clima el detonante o simplemente un catalizador de cambios, es una pregunta sobre la cual no tenemos una respuesta clara”, prosigue. En su opinión, el estudio publicado este jueves aporta un método independiente para confirmar que la época de sequía que afectó a los mayas fue “suficientemente intensa como para causar graves perturbaciones sociales y hasta quizás el colapso de la entera civilización”.
“La civilización maya clásica, como muchas otras, era compleja en su modelo socioeconómico y político, así como en su relación con el medio natural”, afirma Gázquez-Sánchez. Organizados en ciudades autónomas con al frente un gobernante, estos antiguos habitantes del actual Guatemala, Honduras, El Salvador y las regiones meridionales de México se sustentaban sobre todo gracias al cultivo y al consumo de maíz y otros vegetales, detalla Hugo García, historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México. La producción agrícola se vio extremadamente afectada por la falta de lluvias provocadas por las sequías, según constataron distintos estudios.
Los gobernantes mayas obtenían la legitimidad necesaria para gobernar gracias a la capacidad que tenían de mantener alimentada a su población, explica García. "Sin duda alguna, los problemas ecológicos que muestra el estudio debieron traer consigo una baja importante en la producción agrícola y un desabastecimiento de alimentos en la región, lo que pudo llevar a que los gobernantes locales perdieran la legitimidad y la autoridad política", asegura el historiador. También se produjo el “corte de las relaciones comerciales y diplomáticas” entre ciudades, agrega Andrés Ciudad de la Universidad Complutense de Madrid. Todo esto "trajo consigo que parte de la población las abandonara y, más tarde, la élite huyera a mejores lugares", continúa García.
Además de problemas económicos y políticos, también el aumento de las guerras entre mayas contribuyó a empujarlos hacia el declive, según este experto. Pero hablar de una desaparición absoluta de esta civilización no sería correcto, afirman los historiadores. "Hoy día ya no se habla de colapso de la cultura o la sociedad maya, pues en realidad siguieron habitando las zonas alrededor de las grandes ciudades por mucho tiempo más y después de estas fechas hubo ciudades que surgieron o que continuaron su actividad", asegura García. Lo suyo es "hablar de un colapso del sistema o de los sistemas políticos mayas y de una reconfiguración de algunas expresiones culturales", agrega.(...)

Disponible en https://elpais.com/elpais/2018/08/02/ciencia/1533209672_129588.html. Accesado en 06 de ago. 2018

De acuerdo con la primera parte del texto es correcto afirmar que


i. la época de sequías correspondió a los siglos IX y X d. C;
ii.la sequía causó el declive de la civilización maya;
iii. la investigación realizada provocó un descenso anual de las precipitaciones;
iv. los eventos climáticos dejaron huellas en la historia de los mayas.


Entre las afirmativas anunciadas, identifique la alternativa correcta.

Alternativas
Ano: 2018 Banca: UNICENTRO Órgão: UNICENTRO Prova: UNICENTRO - 2018 - UNICENTRO - Vestibular - Espanhol |
Q1400079 Espanhol

Aborto: las luces verdes se apagaron entre lágrimas, bronca y desazón 


"¡Que sea ley!", fue el grito que se escuchó durante toda la vigilia. La victoria del "No" finalizó con una triste procesión.
"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!". A las dos y media de esta madrugada, cuando faltaban tan solo unos minutos para la votación histórica que podría convertir la Interrupción Voluntaria del Embarazo en un derecho más, del lado verde quedaban los jóvenes. Helaba, había viento, el día había sido largo. Pero los miles de chicos y chicas que seguían allí, pegados al Congreso, seguían pidiendo"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!".
Del otro lado de las vallas, del lado celeste que se oponía a la legalización, llegaba música de fiesta, muy fuerte, muy alta. Del lado verde respondían con los pañuelos en alto, con sus canciones de batalla: “¡Aborto legal en el hospital!”. Pero las voces no podían con los altoparlantes alquilados. 
Junto a las vallas también había fuego. Las fogatas fueron muchas, improvisadas con cajones de madera de las verdulerías, y fueron lo único que aplacó la temperatura que parecía polar junto a la Plaza del Congreso.
Un camión hidrante de la Policía estaba apostado ahí cerquita, y en un momento abrió sus chorros, que empaparon a muchos de los chicos que esperaban el resultado. “¡Son la dictadura!”, empezaron a gritar. Algunos tiraron botellas que había por el piso.
Dos y cuarenta, Gabriela Michetti, al frente de la sesión especial, anunció que se iba a votar. Del lado verde no había pantalla con imágenes del recinto, pero su voz llegaba desde el lado celeste, donde sí había trasmisión en vivo.
La expectativa era grande, aunque las cartas ya estaban todas jugadas sobre la mesa y la votación por el “no” era claramente un hecho. Igual, los chicos se abrazaron, se tomaron de las manos, cerraron sus círculos alrededor de sus fogatas y escucharon: “38 por el no, 31 por el sí, dos abstenciones”.
Los láser verdes que iluminaban la cúpula se apagaron. Las lágrimas comenzaron a brotar destiñendo mejillas pintadas de verde. Las purpurinas se licuaron con los sollozos y la bronca. Mientras, del lado celeste, todo parecía una fiesta: los fuegos artificiales comenzaron a hacer sus estruendos de colores en el cielo cubierto, duraron muchos minutos, lo suficiente para tomarlos como una provocación. “¡Anti derechos! ¡Anti derechos!”, gritaron muchos.
Y comenzaron los cánticos: “¡Poder popular! ¡Poder popular!”, "¡Se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer!". Se escucharon algunos gritos, hubo corridas. La calle estaba resbalosa, llena de paraguas rotos. Los problemas fueron con un grupo menor. La mayoría comenzó la retirada por Callao hacia Corrientes como en una triste procesión. Un grupo de chicas había escrito con pintura negra una sábana enorme: “Háganse cargo de sus muertas”.
Pero muchos, también, iban con sus cabezas bien en alto, los brazos arriba. “¡Iglesia, basura, vos son la dictadura! ¡Iglesia, basura, vos sos la dictadura!”. Esa consigna quedó clara en esta jornada histórica: los pañuelos más vendidos fueron los naranjas, que piden la separación de la Iglesia y el Estado.


INGLESIAS, Mariana. Disponible en . Accesado en 12 de ago. 2018. Adaptado. 

La autora del texto
Alternativas
Ano: 2018 Banca: UNICENTRO Órgão: UNICENTRO Prova: UNICENTRO - 2018 - UNICENTRO - Vestibular - Espanhol |
Q1400078 Espanhol

Aborto: las luces verdes se apagaron entre lágrimas, bronca y desazón 


"¡Que sea ley!", fue el grito que se escuchó durante toda la vigilia. La victoria del "No" finalizó con una triste procesión.
"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!". A las dos y media de esta madrugada, cuando faltaban tan solo unos minutos para la votación histórica que podría convertir la Interrupción Voluntaria del Embarazo en un derecho más, del lado verde quedaban los jóvenes. Helaba, había viento, el día había sido largo. Pero los miles de chicos y chicas que seguían allí, pegados al Congreso, seguían pidiendo"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!".
Del otro lado de las vallas, del lado celeste que se oponía a la legalización, llegaba música de fiesta, muy fuerte, muy alta. Del lado verde respondían con los pañuelos en alto, con sus canciones de batalla: “¡Aborto legal en el hospital!”. Pero las voces no podían con los altoparlantes alquilados. 
Junto a las vallas también había fuego. Las fogatas fueron muchas, improvisadas con cajones de madera de las verdulerías, y fueron lo único que aplacó la temperatura que parecía polar junto a la Plaza del Congreso.
Un camión hidrante de la Policía estaba apostado ahí cerquita, y en un momento abrió sus chorros, que empaparon a muchos de los chicos que esperaban el resultado. “¡Son la dictadura!”, empezaron a gritar. Algunos tiraron botellas que había por el piso.
Dos y cuarenta, Gabriela Michetti, al frente de la sesión especial, anunció que se iba a votar. Del lado verde no había pantalla con imágenes del recinto, pero su voz llegaba desde el lado celeste, donde sí había trasmisión en vivo.
La expectativa era grande, aunque las cartas ya estaban todas jugadas sobre la mesa y la votación por el “no” era claramente un hecho. Igual, los chicos se abrazaron, se tomaron de las manos, cerraron sus círculos alrededor de sus fogatas y escucharon: “38 por el no, 31 por el sí, dos abstenciones”.
Los láser verdes que iluminaban la cúpula se apagaron. Las lágrimas comenzaron a brotar destiñendo mejillas pintadas de verde. Las purpurinas se licuaron con los sollozos y la bronca. Mientras, del lado celeste, todo parecía una fiesta: los fuegos artificiales comenzaron a hacer sus estruendos de colores en el cielo cubierto, duraron muchos minutos, lo suficiente para tomarlos como una provocación. “¡Anti derechos! ¡Anti derechos!”, gritaron muchos.
Y comenzaron los cánticos: “¡Poder popular! ¡Poder popular!”, "¡Se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer!". Se escucharon algunos gritos, hubo corridas. La calle estaba resbalosa, llena de paraguas rotos. Los problemas fueron con un grupo menor. La mayoría comenzó la retirada por Callao hacia Corrientes como en una triste procesión. Un grupo de chicas había escrito con pintura negra una sábana enorme: “Háganse cargo de sus muertas”.
Pero muchos, también, iban con sus cabezas bien en alto, los brazos arriba. “¡Iglesia, basura, vos son la dictadura! ¡Iglesia, basura, vos sos la dictadura!”. Esa consigna quedó clara en esta jornada histórica: los pañuelos más vendidos fueron los naranjas, que piden la separación de la Iglesia y el Estado.


INGLESIAS, Mariana. Disponible en . Accesado en 12 de ago. 2018. Adaptado. 

Cuáles son, respectivamente, las clasificaciones de los tiempos verbales del indicativo subrayados en el fragmento: “Un camión hidrante de la Policía estaba apostado ahí cerquita, y en un momento abrió sus chorros, que empaparon a muchos de los chicos que esperaban el resultado”. 
Alternativas
Ano: 2018 Banca: UNICENTRO Órgão: UNICENTRO Prova: UNICENTRO - 2018 - UNICENTRO - Vestibular - Espanhol |
Q1400077 Espanhol

Aborto: las luces verdes se apagaron entre lágrimas, bronca y desazón 


"¡Que sea ley!", fue el grito que se escuchó durante toda la vigilia. La victoria del "No" finalizó con una triste procesión.
"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!". A las dos y media de esta madrugada, cuando faltaban tan solo unos minutos para la votación histórica que podría convertir la Interrupción Voluntaria del Embarazo en un derecho más, del lado verde quedaban los jóvenes. Helaba, había viento, el día había sido largo. Pero los miles de chicos y chicas que seguían allí, pegados al Congreso, seguían pidiendo"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!".
Del otro lado de las vallas, del lado celeste que se oponía a la legalización, llegaba música de fiesta, muy fuerte, muy alta. Del lado verde respondían con los pañuelos en alto, con sus canciones de batalla: “¡Aborto legal en el hospital!”. Pero las voces no podían con los altoparlantes alquilados. 
Junto a las vallas también había fuego. Las fogatas fueron muchas, improvisadas con cajones de madera de las verdulerías, y fueron lo único que aplacó la temperatura que parecía polar junto a la Plaza del Congreso.
Un camión hidrante de la Policía estaba apostado ahí cerquita, y en un momento abrió sus chorros, que empaparon a muchos de los chicos que esperaban el resultado. “¡Son la dictadura!”, empezaron a gritar. Algunos tiraron botellas que había por el piso.
Dos y cuarenta, Gabriela Michetti, al frente de la sesión especial, anunció que se iba a votar. Del lado verde no había pantalla con imágenes del recinto, pero su voz llegaba desde el lado celeste, donde sí había trasmisión en vivo.
La expectativa era grande, aunque las cartas ya estaban todas jugadas sobre la mesa y la votación por el “no” era claramente un hecho. Igual, los chicos se abrazaron, se tomaron de las manos, cerraron sus círculos alrededor de sus fogatas y escucharon: “38 por el no, 31 por el sí, dos abstenciones”.
Los láser verdes que iluminaban la cúpula se apagaron. Las lágrimas comenzaron a brotar destiñendo mejillas pintadas de verde. Las purpurinas se licuaron con los sollozos y la bronca. Mientras, del lado celeste, todo parecía una fiesta: los fuegos artificiales comenzaron a hacer sus estruendos de colores en el cielo cubierto, duraron muchos minutos, lo suficiente para tomarlos como una provocación. “¡Anti derechos! ¡Anti derechos!”, gritaron muchos.
Y comenzaron los cánticos: “¡Poder popular! ¡Poder popular!”, "¡Se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer!". Se escucharon algunos gritos, hubo corridas. La calle estaba resbalosa, llena de paraguas rotos. Los problemas fueron con un grupo menor. La mayoría comenzó la retirada por Callao hacia Corrientes como en una triste procesión. Un grupo de chicas había escrito con pintura negra una sábana enorme: “Háganse cargo de sus muertas”.
Pero muchos, también, iban con sus cabezas bien en alto, los brazos arriba. “¡Iglesia, basura, vos son la dictadura! ¡Iglesia, basura, vos sos la dictadura!”. Esa consigna quedó clara en esta jornada histórica: los pañuelos más vendidos fueron los naranjas, que piden la separación de la Iglesia y el Estado.


INGLESIAS, Mariana. Disponible en . Accesado en 12 de ago. 2018. Adaptado. 

¿Qué significan, respectivamente, las palabras subrayadas del título del texto: “Aborto: las luces verdes se apagaron entre lágrimas, bronca y desazón”?
Alternativas
Ano: 2018 Banca: UNICENTRO Órgão: UNICENTRO Prova: UNICENTRO - 2018 - UNICENTRO - Vestibular - Espanhol |
Q1400076 Espanhol

Aborto: las luces verdes se apagaron entre lágrimas, bronca y desazón 


"¡Que sea ley!", fue el grito que se escuchó durante toda la vigilia. La victoria del "No" finalizó con una triste procesión.
"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!". A las dos y media de esta madrugada, cuando faltaban tan solo unos minutos para la votación histórica que podría convertir la Interrupción Voluntaria del Embarazo en un derecho más, del lado verde quedaban los jóvenes. Helaba, había viento, el día había sido largo. Pero los miles de chicos y chicas que seguían allí, pegados al Congreso, seguían pidiendo"¡Que sea ley! ¡Que sea ley!".
Del otro lado de las vallas, del lado celeste que se oponía a la legalización, llegaba música de fiesta, muy fuerte, muy alta. Del lado verde respondían con los pañuelos en alto, con sus canciones de batalla: “¡Aborto legal en el hospital!”. Pero las voces no podían con los altoparlantes alquilados. 
Junto a las vallas también había fuego. Las fogatas fueron muchas, improvisadas con cajones de madera de las verdulerías, y fueron lo único que aplacó la temperatura que parecía polar junto a la Plaza del Congreso.
Un camión hidrante de la Policía estaba apostado ahí cerquita, y en un momento abrió sus chorros, que empaparon a muchos de los chicos que esperaban el resultado. “¡Son la dictadura!”, empezaron a gritar. Algunos tiraron botellas que había por el piso.
Dos y cuarenta, Gabriela Michetti, al frente de la sesión especial, anunció que se iba a votar. Del lado verde no había pantalla con imágenes del recinto, pero su voz llegaba desde el lado celeste, donde sí había trasmisión en vivo.
La expectativa era grande, aunque las cartas ya estaban todas jugadas sobre la mesa y la votación por el “no” era claramente un hecho. Igual, los chicos se abrazaron, se tomaron de las manos, cerraron sus círculos alrededor de sus fogatas y escucharon: “38 por el no, 31 por el sí, dos abstenciones”.
Los láser verdes que iluminaban la cúpula se apagaron. Las lágrimas comenzaron a brotar destiñendo mejillas pintadas de verde. Las purpurinas se licuaron con los sollozos y la bronca. Mientras, del lado celeste, todo parecía una fiesta: los fuegos artificiales comenzaron a hacer sus estruendos de colores en el cielo cubierto, duraron muchos minutos, lo suficiente para tomarlos como una provocación. “¡Anti derechos! ¡Anti derechos!”, gritaron muchos.
Y comenzaron los cánticos: “¡Poder popular! ¡Poder popular!”, "¡Se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer!". Se escucharon algunos gritos, hubo corridas. La calle estaba resbalosa, llena de paraguas rotos. Los problemas fueron con un grupo menor. La mayoría comenzó la retirada por Callao hacia Corrientes como en una triste procesión. Un grupo de chicas había escrito con pintura negra una sábana enorme: “Háganse cargo de sus muertas”.
Pero muchos, también, iban con sus cabezas bien en alto, los brazos arriba. “¡Iglesia, basura, vos son la dictadura! ¡Iglesia, basura, vos sos la dictadura!”. Esa consigna quedó clara en esta jornada histórica: los pañuelos más vendidos fueron los naranjas, que piden la separación de la Iglesia y el Estado.


INGLESIAS, Mariana. Disponible en . Accesado en 12 de ago. 2018. Adaptado. 

¿Quiénes son los verdes y quiénes son los celestes?
Alternativas
Respostas
201: C
202: D
203: E
204: B
205: A