Questões de Concurso
Sobre interpretação de texto | comprensión de lectura em espanhol
Foram encontradas 1.474 questões
TEXTO V
Las matemáticas mágicas de Donald Trump y su muro con México
Pablo Pardo Corresponsal Washington @PabloPardo1
05/04/2016 18:43
Donald Trump ha explicado cómo va a conseguir que México pague la muralla que él dice que construirá en la frontera con ese país si gana las elecciones de noviembre. Como es habitual en las promesas electorales del candidato a la Casa Blanca, los números no encajan, y algunos de ellos son manifiestamente mentira. Y, como siempre en las promesas de Trump, el Partido Republicano ha optado por mirar hacia otro lado, sin oponerse, pero sin apoyarle.
Tampoco parece que la comunidad empresarial le esté haciendo mucho caso. Ford, la segunda empresa de automoción de Estados Unidos, ha anunciado que va a invertir 1.400 millones de euros (1.600 millones de dólares) en la construcción de una nueva fábrica en la localidad mexicana de San Luis Potosí, que dará empleo a 2.800 personas, todas (o casi todas) mexicanas.
El primer punto de la propuesta de Trump es que a partir del "primer día" en que esté en la Casa Blanca, el magnate exigirá que los "extranjeros" que residan en Estados Unidos tengan que ofrecer pruebas de su residencia legal para realizar transferencias de dinero fuera del país.
Según el peculiarísimo memorándum de dos páginas de Trump, en el que se contiene esa propuesta, y que ha hecho llegar al diario The Washington Post, supone dar la vuelta al actual sistema financiero de Estados Unidos. El "segundo día" de su presidencia, "México protestará" por la medida anunciada el primero (curiosamente, en su primer día en la Casa Blanca, Barack Obama prohibió el uso de la tortura a detenidos, lo que indica que cada presidente tiene sus prioridades). Trump afirma en su misiva que los inmigrantes mexicanos envían a su país 24.000 millones de dólares (21.000 millones de euros) anuales en remesas, "que actúan como una red de protección social en ese país".
El candidato, sin embargo, no especifica qué parte de esos 24.000 millones proceden de inmigrantes legales, ni tampoco que esa "red de protección social" es en realidad consecuencia de los salarios que perciben esos inmigrantes en Estados Unidos por realizar trabajos que fundamentalmente los estadounidenses no quieren hacer, como recoger fruta y maíz, fregar retretes y suelos, y trabajar en la construcción.
Entretanto, "en el tercer día" de su presidencia, Trump exigirá al Gobierno mexicano que pague una cantidad indeterminada de miles de millones de dólares para construir el muro. Si no lo hace, Trump aplicará la prohibición de que los 'sin papeles' puedan enviar dinero a sus familias.
[…]
Finalmente, está la cuestión de qué harían los inmigrantes que no pudieran enviar sus remesas a sus familias. Lo más probable es que se fueran, dejando una gran masa de suelos sin fregar y de fruta sin recoger en Estados Unidos.
El empresario y estrella de 'reality shows' afronta este martes unas primarias complicadas en el estado de Wisconsin, donde va por detrás de su rival, el también ultraconservador Ted Cruz, en las encuestas, por lo que su propuesta podría tener un componente electoral, toda vez que ataca a uno de sus blancos favoritos: los inmigrantes hispanos.
Disponible en: <http://www.elmundo.es/internacional/2016/04/05/5703d86a22601d41118b45db.html>
El texto V es un artículo periodístico firmado por Pablo Pardo, corresponsal de El Mundo en Estados Unidos.
Su principal objetivo es
TEXTO IV
UN DIA SIN MEXICANOS
LUIS ARTURO RAMOS
Begin .post
AGOSTO 17, 2006
La película "Un día sin mexicanos" causó sensación en México y pasó sin pena ni gloria en Estados Unidos. Y resultó así porque el público al que la cinta iba dirigida somos nosotros. A los gringos no les preocupa la posibilidad de quedarse sin mexicanos porque tienen, en reserva y en lista de espera, a incontables ciudadanos de otros países.
La película es una invitación a la migración constante bajo el supuesto de que algún día, con películas o promociones similares, los gringos comenzarán a aquilatar la valiosísima participación, innegable por otra parte, de nuestros paisanos.
Y mientras esto ocurre, mientras esperamos que los tratados entre los gobiernos y las manifestaciones multitudinarias y la solidaridad entre los seres humanos coloquen las cosas en su exacta dimensión (y termine el debate si nos rechazan a punta de pelotas de goma, bardas electrificadas de tres mil kilómetros de largo o tiros de a de veras), muchos mexicanos seguirán soñando este tipo de sueño, que por falso, resulta muy peligroso. Sobre todo cuando lo propone un director mexicano, seguramente, con la mejor de las intenciones.
En un mundo globalizado, donde las economías poderosas requieren de mano de obra barata y dispuesta a emplearse en labores extremas (“que ni los negros se atreven a aceptar”, Fox dixit), inclusive las inherentes a la guerra, las políticas neoliberales vuelven a reconocer que no se trata de eliminar o atajar a las supuestas razas inferiores, sino de hacerles ver el sitio que les corresponde. O dicho de otra manera: ponerlas en su lugar.
Y a mí me parece que "Un día sin mexicanos" acata este punto medular de los nuevos y viejos racismos, sin percatarse siquiera de que lo hace. Y en esto radica el peligro de una película como "Un día sin mexicanos": El hacernos creer que los mexicanos en particular y los latinoamericanos en general, nada más servimos para labores que sólo requieren de la fuerza y no de la inteligencia, aunque tanto la una como la otra resulten tan dignas, eficientes y productivas como cualquiera.
El día que los mexicanos les faltemos, lo cual, a juzgar por la situación del país, permanece todavía como una posibilidad muy lejana, no habrá quien haga la comida, ni lave la ropa, ni cave zanjas, ni vaya por el mandado, ni cuide a los niños, ni reciba las palizas y humillaciones de la migra, ni recoja las cosechas bajo un sol inclemente a cambio de un salario miserable.
Creo que los mexicanos servimos para mucho más, como de sobra lo han demostrado quienes han alcanzado, no el sueño americano, sino la realidad que deriva del trabajo productivo y bien remunerado. Por eso, sólo me queda decirle al director de la película y a quienes la produjeron pensando que nos hacían un favor: No me defiendas, compadre. No, al menos, de esa manera.
Disponible en:<http://luisarturoramos.blogspot.com.br/2006/08/un-dia-sin-mexicanos.html>
En el texto, el autor busca convencer al lector de la validez de su análisis, por medio de distintas estrategias argumentativas.
Entre ellas, se puede identificar
TEXTO IV
UN DIA SIN MEXICANOS
LUIS ARTURO RAMOS
Begin .post
AGOSTO 17, 2006
La película "Un día sin mexicanos" causó sensación en México y pasó sin pena ni gloria en Estados Unidos. Y resultó así porque el público al que la cinta iba dirigida somos nosotros. A los gringos no les preocupa la posibilidad de quedarse sin mexicanos porque tienen, en reserva y en lista de espera, a incontables ciudadanos de otros países.
La película es una invitación a la migración constante bajo el supuesto de que algún día, con películas o promociones similares, los gringos comenzarán a aquilatar la valiosísima participación, innegable por otra parte, de nuestros paisanos.
Y mientras esto ocurre, mientras esperamos que los tratados entre los gobiernos y las manifestaciones multitudinarias y la solidaridad entre los seres humanos coloquen las cosas en su exacta dimensión (y termine el debate si nos rechazan a punta de pelotas de goma, bardas electrificadas de tres mil kilómetros de largo o tiros de a de veras), muchos mexicanos seguirán soñando este tipo de sueño, que por falso, resulta muy peligroso. Sobre todo cuando lo propone un director mexicano, seguramente, con la mejor de las intenciones.
En un mundo globalizado, donde las economías poderosas requieren de mano de obra barata y dispuesta a emplearse en labores extremas (“que ni los negros se atreven a aceptar”, Fox dixit), inclusive las inherentes a la guerra, las políticas neoliberales vuelven a reconocer que no se trata de eliminar o atajar a las supuestas razas inferiores, sino de hacerles ver el sitio que les corresponde. O dicho de otra manera: ponerlas en su lugar.
Y a mí me parece que "Un día sin mexicanos" acata este punto medular de los nuevos y viejos racismos, sin percatarse siquiera de que lo hace. Y en esto radica el peligro de una película como "Un día sin mexicanos": El hacernos creer que los mexicanos en particular y los latinoamericanos en general, nada más servimos para labores que sólo requieren de la fuerza y no de la inteligencia, aunque tanto la una como la otra resulten tan dignas, eficientes y productivas como cualquiera.
El día que los mexicanos les faltemos, lo cual, a juzgar por la situación del país, permanece todavía como una posibilidad muy lejana, no habrá quien haga la comida, ni lave la ropa, ni cave zanjas, ni vaya por el mandado, ni cuide a los niños, ni reciba las palizas y humillaciones de la migra, ni recoja las cosechas bajo un sol inclemente a cambio de un salario miserable.
Creo que los mexicanos servimos para mucho más, como de sobra lo han demostrado quienes han alcanzado, no el sueño americano, sino la realidad que deriva del trabajo productivo y bien remunerado. Por eso, sólo me queda decirle al director de la película y a quienes la produjeron pensando que nos hacían un favor: No me defiendas, compadre. No, al menos, de esa manera.
Disponible en:<http://luisarturoramos.blogspot.com.br/2006/08/un-dia-sin-mexicanos.html>
El texto de Luis Arturo Ramos, narrador y ensayista mexicano, está publicado en su blog y presenta una crítica a la película Un día sin mexicanos, una coproducción EEUU/México/España, de 2003.
Señala la opción que NO remite a la opinión del escritor sobre la película en cuestión.
TEXTO III
Lea un fragmento de la canción “De igual a igual”, del cantante y compositor argentino León Gieco:
Soy bolita en Italia,
soy colombo en Nueva York,
soy sudaca por España
y paragua de Asunción.
Español en Argentina,
alemán en Salvador,
un francés se fue pa' Chile,
japonés en Ecuador.
El mundo está amueblado
con maderas del Brasil
y hay grandes agujeros
en la selva misionera.
Europa no recuerda
de los barcos que mandó
Gente herida por la guerra
esta tierra la salvó.
Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual
Y así será de igual a igual.
Tico, nica, el boricua,
arjo, mejo, el panameño
hacen cola en la Embajada
para conseguir un sueño.
En tanto el gran ladrón,
lleno de antecedentes,
si lo para Inmigración
pide por el presidente.
[…]
Disponible en:<http://www.rock.com.ar/letras/2/2666.shtml>
TEXTO III
Lea un fragmento de la canción “De igual a igual”, del cantante y compositor argentino León Gieco:
Soy bolita en Italia,
soy colombo en Nueva York,
soy sudaca por España
y paragua de Asunción.
Español en Argentina,
alemán en Salvador,
un francés se fue pa' Chile,
japonés en Ecuador.
El mundo está amueblado
con maderas del Brasil
y hay grandes agujeros
en la selva misionera.
Europa no recuerda
de los barcos que mandó
Gente herida por la guerra
esta tierra la salvó.
Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual
Y así será de igual a igual.
Tico, nica, el boricua,
arjo, mejo, el panameño
hacen cola en la Embajada
para conseguir un sueño.
En tanto el gran ladrón,
lleno de antecedentes,
si lo para Inmigración
pide por el presidente.
[…]
Disponible en:<http://www.rock.com.ar/letras/2/2666.shtml>
TEXTO III
Lea un fragmento de la canción “De igual a igual”, del cantante y compositor argentino León Gieco:
Soy bolita en Italia,
soy colombo en Nueva York,
soy sudaca por España
y paragua de Asunción.
Español en Argentina,
alemán en Salvador,
un francés se fue pa' Chile,
japonés en Ecuador.
El mundo está amueblado
con maderas del Brasil
y hay grandes agujeros
en la selva misionera.
Europa no recuerda
de los barcos que mandó
Gente herida por la guerra
esta tierra la salvó.
Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual
Y así será de igual a igual.
Tico, nica, el boricua,
arjo, mejo, el panameño
hacen cola en la Embajada
para conseguir un sueño.
En tanto el gran ladrón,
lleno de antecedentes,
si lo para Inmigración
pide por el presidente.
[…]
Disponible en:<http://www.rock.com.ar/letras/2/2666.shtml>
TEXTO III
Lea un fragmento de la canción “De igual a igual”, del cantante y compositor argentino León Gieco:
Soy bolita en Italia,
soy colombo en Nueva York,
soy sudaca por España
y paragua de Asunción.
Español en Argentina,
alemán en Salvador,
un francés se fue pa' Chile,
japonés en Ecuador.
El mundo está amueblado
con maderas del Brasil
y hay grandes agujeros
en la selva misionera.
Europa no recuerda
de los barcos que mandó
Gente herida por la guerra
esta tierra la salvó.
Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual
Y así será de igual a igual.
Tico, nica, el boricua,
arjo, mejo, el panameño
hacen cola en la Embajada
para conseguir un sueño.
En tanto el gran ladrón,
lleno de antecedentes,
si lo para Inmigración
pide por el presidente.
[…]
Disponible en:<http://www.rock.com.ar/letras/2/2666.shtml>
Usados para designar la nacionalidad de una persona o de un grupo de individuos, los gentilicios suelen ser sustituidos coloquialmente por apodos colectivos.
El uso de ambos en las estrofas de la canción revela la intención de
I. demostrar afectividad.
II. enaltecer virtudes.
III. nombrar nacionalidades.
IV. resaltar prejuicios.
Señale la alternativa que presenta las afirmaciones correctas.
El autor del texto propone un Glosario on-line, dinámico e innovador al disponer las palabras de forma análoga a una lluvia de ideas.
Con ello, presenta
TEXTO I
Una noche en el hostal de Welcome refugiados
JAVIER NEGRE
@javiernegre10
06/06/2016 03:31
Once de la noche en un hostal del humilde barrio madrileño de Vallecas. El sonido martilleante de un teclado rompe el silencio que reina en su lobby. Una joven estadounidense con mofletes rosas está acurrucada en un sillón y chatea en su Mac. Es de Seattle, luce una camisa vaquera Abercrombie y es fácil imaginársela con dos pompones en un campo de fútbol americano. Ha elegido este alojamiento, como otros mochileros, porque es el más barato de Madrid: 18,90 euros la noche. Enfrente de ella se encuentra Emad, un sirio con la mirada perdida. Les separan sólo tres metros, pero sus vidas son opuestas. Hay una frontera invisible entre ellos. Tan cerca, tan lejos. Una dejó su país en clase turista para hacerse un selfie en Sol. El otro pagó 4.000 euros a un mafioso turco para abandonar el infierno sirio entre disparos del Daesh, bombardeos de Al Assad y concertinas. No cruzan palabra, pero ambos compartirán una noche apacible en el Welcome. La primera parada de algunos de los 106 refugiados sirios que han llegado de los 1.600 que España se ha comprometido a acoger hasta 2017. El refugio de mujeres africanas perseguidas por Boko Haram; de disidentes del régimen comunista chino o de presos políticos cubanos. Un crisol de culturas. De vidas rotas. ¡Welcome, refugiados!
- ¿Sabes que esto es un hostal destinado a exiliados? - le preguntamos a la estadounidense.
- No me lo creo. ¿Es broma, no? Yo he visto a mucha gente de otros países, pero no me habían dicho nada. Yo vine aquí porque es lo más económico que encontré - responde mientras apaga su ordenador y pone rumbo a su habitación. La palabra refugiado le aterra. Demasiado fuerte para una estudiante de una universidad de 50.000 euros al año y amante del beer pong (un juego que consiste en meter una pelota de ping-pong en un vaso de cerveza).
Emad es invisible para ella. La norteamericana es más de los videoclips de la MTV que de seguir la crisis de refugiados en la CNN. No le interesa la historia de Emad. Ni su pasado como empleado de banca en Alepo. Allí cobraba 1.000 euros al mes. Su vida era placentera. Tenía un rostro saludable. Sin ojeras amoratadas. Sin los jeans rotos. Nada que ver con el aspecto escuálido que presenta ahora. "Era feliz hasta que estalló la maldita guerra y empezaron a bombardearnos", recuerda con lágrimas en los ojos.
Emad llegó a la capital confundido. Frotándose los ojos como un niño en sus primeros Reyes Magos. "Llegan desorientados, con el miedo de despertarse y que sigan en su país. Recelan mucho. Al mes ya están más asentados y se relajan", explica José Javier Sánchez, director de Migraciones de Cruz Roja.
- ¿Cuál es su sueño? - le preguntamos a Emad.
- Antes de la guerra soñaba con ser programador informático. Ahora mi sueño es ver a mis padres, que siguen en Alepo. Tengo ganas de darles un abrazo. Llevo varios meses sin verlos - confía con voz tímida y hombros encogidos. Le interrogamos sobre otros aspectos de su vida, pero no puede más. Se le entrecorta la respiración y, por ello, interrumpe la charla. Nos pide algo de espacio. Enciende su smartphone y se pone a ver la última temporada de Juego de Tronos. Su única compañía en su larga travesía hacia Europa, la tierra de las oportunidades para millones de exiliados.
Disponible en:<http://www.elmundo.es/cronica/2016/06/06/5752a146268e3efc788b4616.html?cid=MNOT23801&s_kw=una_noche_en_el_hostal _de_welcome_refugiados.>Accedido en: 08 jul. 2016.
Analice las siguientes aserciones sobre algunas palabras y expresiones en el contexto específico del texto y marque V (verdadero) o F (falso).
( ) La mezcla de español e inglés en la expresión “¡Welcome, refugiados!” (§1) presupone el uso cotidiano del inglés en distintos lugares del mundo.
( ) “Reyes Magos” (§5), en ese contexto, es denotativo.
( ) “Beer pong” (§3) es un extranjerismo muy conocido por los lectores.
( ) “Chatea” (§1) “selfie” (§1), “videoclips” (§4), “jeans” (§4), “smartphone” (§7) son palabras incorporadas al léxico corriente en aquel país.
Señale la alternativa que presenta la secuencia correcta.
TEXTO I
Una noche en el hostal de Welcome refugiados
JAVIER NEGRE
@javiernegre10
06/06/2016 03:31
Once de la noche en un hostal del humilde barrio madrileño de Vallecas. El sonido martilleante de un teclado rompe el silencio que reina en su lobby. Una joven estadounidense con mofletes rosas está acurrucada en un sillón y chatea en su Mac. Es de Seattle, luce una camisa vaquera Abercrombie y es fácil imaginársela con dos pompones en un campo de fútbol americano. Ha elegido este alojamiento, como otros mochileros, porque es el más barato de Madrid: 18,90 euros la noche. Enfrente de ella se encuentra Emad, un sirio con la mirada perdida. Les separan sólo tres metros, pero sus vidas son opuestas. Hay una frontera invisible entre ellos. Tan cerca, tan lejos. Una dejó su país en clase turista para hacerse un selfie en Sol. El otro pagó 4.000 euros a un mafioso turco para abandonar el infierno sirio entre disparos del Daesh, bombardeos de Al Assad y concertinas. No cruzan palabra, pero ambos compartirán una noche apacible en el Welcome. La primera parada de algunos de los 106 refugiados sirios que han llegado de los 1.600 que España se ha comprometido a acoger hasta 2017. El refugio de mujeres africanas perseguidas por Boko Haram; de disidentes del régimen comunista chino o de presos políticos cubanos. Un crisol de culturas. De vidas rotas. ¡Welcome, refugiados!
- ¿Sabes que esto es un hostal destinado a exiliados? - le preguntamos a la estadounidense.
- No me lo creo. ¿Es broma, no? Yo he visto a mucha gente de otros países, pero no me habían dicho nada. Yo vine aquí porque es lo más económico que encontré - responde mientras apaga su ordenador y pone rumbo a su habitación. La palabra refugiado le aterra. Demasiado fuerte para una estudiante de una universidad de 50.000 euros al año y amante del beer pong (un juego que consiste en meter una pelota de ping-pong en un vaso de cerveza).
Emad es invisible para ella. La norteamericana es más de los videoclips de la MTV que de seguir la crisis de refugiados en la CNN. No le interesa la historia de Emad. Ni su pasado como empleado de banca en Alepo. Allí cobraba 1.000 euros al mes. Su vida era placentera. Tenía un rostro saludable. Sin ojeras amoratadas. Sin los jeans rotos. Nada que ver con el aspecto escuálido que presenta ahora. "Era feliz hasta que estalló la maldita guerra y empezaron a bombardearnos", recuerda con lágrimas en los ojos.
Emad llegó a la capital confundido. Frotándose los ojos como un niño en sus primeros Reyes Magos. "Llegan desorientados, con el miedo de despertarse y que sigan en su país. Recelan mucho. Al mes ya están más asentados y se relajan", explica José Javier Sánchez, director de Migraciones de Cruz Roja.
- ¿Cuál es su sueño? - le preguntamos a Emad.
- Antes de la guerra soñaba con ser programador informático. Ahora mi sueño es ver a mis padres, que siguen en Alepo. Tengo ganas de darles un abrazo. Llevo varios meses sin verlos - confía con voz tímida y hombros encogidos. Le interrogamos sobre otros aspectos de su vida, pero no puede más. Se le entrecorta la respiración y, por ello, interrumpe la charla. Nos pide algo de espacio. Enciende su smartphone y se pone a ver la última temporada de Juego de Tronos. Su única compañía en su larga travesía hacia Europa, la tierra de las oportunidades para millones de exiliados.
Disponible en:<http://www.elmundo.es/cronica/2016/06/06/5752a146268e3efc788b4616.html?cid=MNOT23801&s_kw=una_noche_en_el_hostal _de_welcome_refugiados.>Accedido en: 08 jul. 2016.
Considere el género textual crónica y apunte algunas características que se presentan en el texto leído.
I. Es un texto de carácter reflexivo e interpretativo, que parte de un tema de la vida diaria, de un evento actual.
II. Publicada en revista científica o periódico.
III. Se destina a la lectura diaria, semanal y trata de sucesos cotidianos.
IV. Es un texto subjetivo porque presenta el punto de vista del autor y el tono discursivo varía entre ligero o polémico; además, en ese caso, es punzante y jovial.
Están correctas las afirmativas
TEXTO I
Una noche en el hostal de Welcome refugiados
JAVIER NEGRE
@javiernegre10
06/06/2016 03:31
Once de la noche en un hostal del humilde barrio madrileño de Vallecas. El sonido martilleante de un teclado rompe el silencio que reina en su lobby. Una joven estadounidense con mofletes rosas está acurrucada en un sillón y chatea en su Mac. Es de Seattle, luce una camisa vaquera Abercrombie y es fácil imaginársela con dos pompones en un campo de fútbol americano. Ha elegido este alojamiento, como otros mochileros, porque es el más barato de Madrid: 18,90 euros la noche. Enfrente de ella se encuentra Emad, un sirio con la mirada perdida. Les separan sólo tres metros, pero sus vidas son opuestas. Hay una frontera invisible entre ellos. Tan cerca, tan lejos. Una dejó su país en clase turista para hacerse un selfie en Sol. El otro pagó 4.000 euros a un mafioso turco para abandonar el infierno sirio entre disparos del Daesh, bombardeos de Al Assad y concertinas. No cruzan palabra, pero ambos compartirán una noche apacible en el Welcome. La primera parada de algunos de los 106 refugiados sirios que han llegado de los 1.600 que España se ha comprometido a acoger hasta 2017. El refugio de mujeres africanas perseguidas por Boko Haram; de disidentes del régimen comunista chino o de presos políticos cubanos. Un crisol de culturas. De vidas rotas. ¡Welcome, refugiados!
- ¿Sabes que esto es un hostal destinado a exiliados? - le preguntamos a la estadounidense.
- No me lo creo. ¿Es broma, no? Yo he visto a mucha gente de otros países, pero no me habían dicho nada. Yo vine aquí porque es lo más económico que encontré - responde mientras apaga su ordenador y pone rumbo a su habitación. La palabra refugiado le aterra. Demasiado fuerte para una estudiante de una universidad de 50.000 euros al año y amante del beer pong (un juego que consiste en meter una pelota de ping-pong en un vaso de cerveza).
Emad es invisible para ella. La norteamericana es más de los videoclips de la MTV que de seguir la crisis de refugiados en la CNN. No le interesa la historia de Emad. Ni su pasado como empleado de banca en Alepo. Allí cobraba 1.000 euros al mes. Su vida era placentera. Tenía un rostro saludable. Sin ojeras amoratadas. Sin los jeans rotos. Nada que ver con el aspecto escuálido que presenta ahora. "Era feliz hasta que estalló la maldita guerra y empezaron a bombardearnos", recuerda con lágrimas en los ojos.
Emad llegó a la capital confundido. Frotándose los ojos como un niño en sus primeros Reyes Magos. "Llegan desorientados, con el miedo de despertarse y que sigan en su país. Recelan mucho. Al mes ya están más asentados y se relajan", explica José Javier Sánchez, director de Migraciones de Cruz Roja.
- ¿Cuál es su sueño? - le preguntamos a Emad.
- Antes de la guerra soñaba con ser programador informático. Ahora mi sueño es ver a mis padres, que siguen en Alepo. Tengo ganas de darles un abrazo. Llevo varios meses sin verlos - confía con voz tímida y hombros encogidos. Le interrogamos sobre otros aspectos de su vida, pero no puede más. Se le entrecorta la respiración y, por ello, interrumpe la charla. Nos pide algo de espacio. Enciende su smartphone y se pone a ver la última temporada de Juego de Tronos. Su única compañía en su larga travesía hacia Europa, la tierra de las oportunidades para millones de exiliados.
Disponible en:<http://www.elmundo.es/cronica/2016/06/06/5752a146268e3efc788b4616.html?cid=MNOT23801&s_kw=una_noche_en_el_hostal _de_welcome_refugiados.>Accedido en: 08 jul. 2016.
En el cuarto párrafo, se identifica el uso del discurso directo.
El empleo de la primera persona de plural en el enunciado puede caracterizarse como una
TEXTO I
Una noche en el hostal de Welcome refugiados
JAVIER NEGRE
@javiernegre10
06/06/2016 03:31
Once de la noche en un hostal del humilde barrio madrileño de Vallecas. El sonido martilleante de un teclado rompe el silencio que reina en su lobby. Una joven estadounidense con mofletes rosas está acurrucada en un sillón y chatea en su Mac. Es de Seattle, luce una camisa vaquera Abercrombie y es fácil imaginársela con dos pompones en un campo de fútbol americano. Ha elegido este alojamiento, como otros mochileros, porque es el más barato de Madrid: 18,90 euros la noche. Enfrente de ella se encuentra Emad, un sirio con la mirada perdida. Les separan sólo tres metros, pero sus vidas son opuestas. Hay una frontera invisible entre ellos. Tan cerca, tan lejos. Una dejó su país en clase turista para hacerse un selfie en Sol. El otro pagó 4.000 euros a un mafioso turco para abandonar el infierno sirio entre disparos del Daesh, bombardeos de Al Assad y concertinas. No cruzan palabra, pero ambos compartirán una noche apacible en el Welcome. La primera parada de algunos de los 106 refugiados sirios que han llegado de los 1.600 que España se ha comprometido a acoger hasta 2017. El refugio de mujeres africanas perseguidas por Boko Haram; de disidentes del régimen comunista chino o de presos políticos cubanos. Un crisol de culturas. De vidas rotas. ¡Welcome, refugiados!
- ¿Sabes que esto es un hostal destinado a exiliados? - le preguntamos a la estadounidense.
- No me lo creo. ¿Es broma, no? Yo he visto a mucha gente de otros países, pero no me habían dicho nada. Yo vine aquí porque es lo más económico que encontré - responde mientras apaga su ordenador y pone rumbo a su habitación. La palabra refugiado le aterra. Demasiado fuerte para una estudiante de una universidad de 50.000 euros al año y amante del beer pong (un juego que consiste en meter una pelota de ping-pong en un vaso de cerveza).
Emad es invisible para ella. La norteamericana es más de los videoclips de la MTV que de seguir la crisis de refugiados en la CNN. No le interesa la historia de Emad. Ni su pasado como empleado de banca en Alepo. Allí cobraba 1.000 euros al mes. Su vida era placentera. Tenía un rostro saludable. Sin ojeras amoratadas. Sin los jeans rotos. Nada que ver con el aspecto escuálido que presenta ahora. "Era feliz hasta que estalló la maldita guerra y empezaron a bombardearnos", recuerda con lágrimas en los ojos.
Emad llegó a la capital confundido. Frotándose los ojos como un niño en sus primeros Reyes Magos. "Llegan desorientados, con el miedo de despertarse y que sigan en su país. Recelan mucho. Al mes ya están más asentados y se relajan", explica José Javier Sánchez, director de Migraciones de Cruz Roja.
- ¿Cuál es su sueño? - le preguntamos a Emad.
- Antes de la guerra soñaba con ser programador informático. Ahora mi sueño es ver a mis padres, que siguen en Alepo. Tengo ganas de darles un abrazo. Llevo varios meses sin verlos - confía con voz tímida y hombros encogidos. Le interrogamos sobre otros aspectos de su vida, pero no puede más. Se le entrecorta la respiración y, por ello, interrumpe la charla. Nos pide algo de espacio. Enciende su smartphone y se pone a ver la última temporada de Juego de Tronos. Su única compañía en su larga travesía hacia Europa, la tierra de las oportunidades para millones de exiliados.
Disponible en:<http://www.elmundo.es/cronica/2016/06/06/5752a146268e3efc788b4616.html?cid=MNOT23801&s_kw=una_noche_en_el_hostal _de_welcome_refugiados.>Accedido en: 08 jul. 2016.
En el primer párrafo, el enunciador marca un doble escenario entre los protagonistas de la crónica.
Al caracterizarlos, pone de relieve que
Según el texto,
es en la longevidad cuando se emiten máximas sabrosas
después de haberlas rumiado.
Según el texto,
los vetustos hablan sin pensar.
Según el texto,
en alguna ocasión los apotegmas de los ancianos han de
enfurruñarte.
Según el texto,
la senectud lleva a dictaminar al azar.
Según el texto, para aprovechar la antipoesía
se requieren buenas intenciones.
Según el texto, para aprovechar la antipoesía
es imprescindible buscar en la duda el enriquecimiento.
Según el texto, para aprovechar la antipoesía
es necesario discutir lo que no se acepta.
Según el texto, para aprovechar la antipoesía
se necesita conocer al autor del antipoema.