La expresión “en un dos por tres” (l. 21) es una:
Instrução: As questões de números 31 a 40 referem-se ao texto abaixo. Os destaques ao longo do texto estão citados nas questões.
Ladrón de sábado
Gabriel García Márquez
- Hugo, un ladrón que sólo roba los fines de semana, entra en una casa un sábado por
- la noche. Ana, la dueña, una treintañera guapa e insomne empedernida, lo descubre in
- fraganti. Amenazada con la pistola, la mujer le entrega todas las joyas y cosas de valor, y le
- pide que no se acerque a Pauli, su niña de tres años. Sin embargo, la niña lo ve, y él la
- conquista con algunos trucos de magia. Hugo piensa: «¿Por qué irse tan pronto, si se está
- tan bien aquí?» Podría quedarse todo el fin de semana y gozar plenamente la situación, pues
- el marido -lo sabe porque los ha espiado- no regresa de su viaje de negocios hasta el
- domingo en la noche. El ladrón no lo piensa mucho: se pone los pantalones del señor de la
- casa y le pide a Ana que cocine para él, que saque el vino de la cava y que ponga algo de
- música para cenar, porque sin música no puede vivir.
- A Ana, preocupada por Pauli, mientras prepara la cena se le ocurre algo para sacar al
- tipo de su casa. Pero no puede hacer gran cosa porque Hugo cortó los cables del teléfono, la
- casa está muy alejada, es de noche y nadie va a llegar. Ana decide poner una pastilla para
- dormir en la copa de Hugo. Durante la cena, el ladrón, que entre semana es velador de un
- banco, descubre que Ana es la conductora de su programa favorito de radio, el programa de
- música popular que oye todas las noches, sin falta. Hugo es su gran admirador y, mientras
- escuchan al gran Benny cantando Cómo fue en un casete, hablan sobre música y músicos.
- Ana se arrepiente de dormirlo pues Hugo se comporta tranquilamente y no tiene intenciones
- de lastimarla ni violentarla, pero ya es tarde porque el somnífero ya está en la copa y el
- ladrón la bebe toda muy contento. Sin embargo, ha habido una equivocación, y quien ha
- tomado la copa con la pastilla es ella. Ana se queda dormida en un dos por tres.
- A la mañana siguiente Ana despierta completamente vestida y muy bien tapada con
- una cobija, en su recámara. En el jardín, Hugo y Pauli juegan, ya que han terminado de
- hacer el desayuno. Ana se sorprende de lo bien que se llevan. Además, le encanta cómo
- cocina ese ladrón que, a fin de cuentas, es bastante atractivo. Ana empieza a sentir una
- extraña felicidad.[...] Así los tres se quedan juntitos en casa a disfrutar del domingo. Hugo
- repara las ventanas y el teléfono que descompuso la noche anterior, mientras silba. Ana se
- entera de que él baila muy bien el danzón, baile que a ella le encanta pero que nunca puede
- practicar con nadie. [...]
- Para entonces ya se les fue el santo al cielo, pues es hora de que el marido regrese.
- Aunque Ana se resiste, Hugo le devuelve casi todo lo que había robado, le da algunos
- consejos para que no se metan en su casa los ladrones, y se despide de las dos mujeres con
- no poca tristeza. Ana lo mira alejarse. Hugo está por desaparecer y ella lo llama a voces.
- Cuando regresa le dice, mirándole muy fijo a los ojos, que el próximo fin de semana su
- esposo va a volver a salir de viaje. El ladrón de sábado se va feliz, bailando por las calles del
- barrio, mientras anochece.
(Extraído de: https://ciudadseva.com/autor/gabriel-garcia-marquez/cuentos/)
La expresión “en un dos por tres” (l. 21) es una: