OFICINA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN DE LA
UNESCO - OIE: CONTEXTO Y DESAFÍOS
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El conocimiento y la educación son dos de los principales factores que contribuyen a la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible y el crecimiento económico, y cada vez más se ve en el currículo la base de las reformas educativas orientadas a lograr una alta calidad de los resultados del aprendizaje. Así, las autoridades de educación de todo el mundo, a pesar de los distintos enfoques, buscan soluciones curriculares innovadoras para mejorar la calidad y pertinencia del aprendizaje y que los estudiantes puedan aplicar lo aprendido a los desafíos y las oportunidades que se presenten.
La importancia de la perspectiva mundial sobre el currículo
La complejidad de los procesos de desarrollo curricular y el abanico de cuestiones en que se basan el qué y el cómo de la enseñanza y el aprendizaje presentan grandes desafíos a los responsables de las políticas y los especialistas en diseño curricular. Dado que los procesos de desarrollo curricular están supeditados a las necesidades locales y a las tendencias y modelos más amplios y transnacionales, es esencial una perspectiva global e internacional de las cuestiones, las tendencias y los enfoques relativos al currículo. Existe una tendencia hacia una mayor armonización de los currículos, que a veces comprende la definición de marcos transnacionales (como las competencias clave para el aprendizaje a lo largo de la vida, objeto de una recomendación de la Unión Europea). Los profesionales que están a cargo de la reforma, el desarrollo y la aplicación de los currículos nacionales deberían contar con una gran variedad de información, conocimientos, competencias y experiencia.
En fin de mejorar el aprendizaje de los alumnos mediante un currículo de calidad pertinente e inclusivo está relacionado con aportes estratégicos como el asesoramiento sobre políticas, el apoyo técnico en red y de la cooperación, y una mejora del intercambio de conocimiento en el ámbito del currículo.
Cada vez más cooperación e intercambios entre los países sobre las políticas y las prácticas relativas al currículo, como demuestran, por ejemplo, las iniciativas de coordinación de currículos que llevan a cabo el Consejo de Cooperación del Golfo, la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, la Asociación del Asia Meridional para la Cooperación Regional y la Conférence des ministres de l'éducation des pays ayant le français en partage (Conferencia de los ministros de educación de los países cuyo idioma común es el francés), entre otros. Al mismo tiempo, ha aumentado la ecesidad de acceder y utilizar una más amplia gama de información, conocimientos y experiencia pertinentes en relación con el currículo.
Tal como se estableció en la Estrategia destinada a convertir a la OIE en el Centro de Excelencia de la UNESCO en materia de currículo, aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2011, el volumen, el alcance y la complejidad de los servicios relacionados con el currículo solicitados a la OIE aumenta y los Estados Miembros buscan en la UNESCO el liderazgo, el asesoramiento y la asistencia sobre variados problemas recurrentes y difíciles acerca del currículo. Por tanto, la OIE debe anticipar, ampliar y perfeccionar su labor y alcance en una serie de esferas para responder a estas exigencias.
La OIE confía en un conjunto de valiosos recursos y experiencia adquirida en numerosos contextos para responder a las necesidades y demandas de los Estados Miembros, pero debe hacer frente a cuatro grandes retos para reforzar y ampliar su labor.
El primer reto es la pertinencia ya que es decisivo desarrollar y ofrecer productos y servicios adaptados a las necesidades y demandas de los Estados Miembros.
El segundo es la eficacia ya que es fundamental para implementar iniciativas y actividades de forma eficiente y efectiva.
La calidad es el tercer reto, dada la importancia de la implementación de una gama de productos y servicios apropiados, centrados en los resultados y de alta calidad, de la mejora de los existentes y del desarrollo de enfoques innovadores.
El cuarto reto es la sostenibilidad. Para poder ofrecer servicios y productos eficaces a largo plazo es fundamental forjar alianzas sostenibles, así como lograr la sinergia en las actividades e iniciativas, dentro de la OIE y la UNESCO y entre múltiples instituciones.