Questões de Vestibular de Espanhol - Interpretação de Texto | Comprensión de Lectura
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TEXTO 1
Adaptado de: Clarín.com
http://www.clarin.com/suplementos/viajes/2005/04/17
Acesso en 17/04/2005
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/07/
Acesso en 1996
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Segundo o texto, “Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista”. Leia as seguintes exemplificações utilizadas para comprovar essa afirmação e verifique se são verdadeiras ou falsas.
I - Alguns sistemas mais desenvolvidos conseguem interpretar a fala de clientes que reclamam por problemas com produtos comprados.
II - Os sistemas também facilitam o encaminhamento de clientes para entrar em contato com as pessoas adequadas.
III - Muitas ligações já conseguem ser automatizadas de forma integral pelo software, o que motiva frustração e demanda tempo dos clientes.
IV - O software é capaz de captar a irritação na voz de um cliente nervoso e responder à altura, chamando o gerente na sequência.
Assinale a alternativa que apresenta a sequência correta.
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Leia o fragmento a seguir, extraído do texto.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Com base no fragmento acima, assinale a alternativa correspondente à pergunta que a assistente teria feito à mãe.
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Computadoras que aprenden y dialogan con el ser humano
Steve Lohr y John Markoff
Hace décadas que los investigadores buscan la inteligencia artificial. Pero en los últimos años se produjo un gran progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender. Un completísimo informe con los últimos avances y cómo impactará en el mundo laboral y social.
“Hola, gracias por venir”, dice la asistente, dirigiéndose a una madre con su hijo de 5 años. “¿Están aquí por su hijo o por usted?”
“Por mi hijo”, responde la madre. “Tiene diarrea”.
“Oh, lo lamento”, dice, mirando al niño.
La asistente le pregunta a la madre si ha tenido otros síntomas, por ejemplo fiebre (“leve”) y dolor abdominal (“él no se ha quejado”).
Entonces se dirige nuevamente al niño: “¿Te duele el estómago?” “Sí”, replica él.
Después de hacer algunas preguntas más, la asistente declara que “por el momento no hay nada preocupante”. Luego les da una consulta con un médico para un par de días después. La madre toma a su hijo de la mano para salir del consultorio. Pero él mira todo el tiempo hacia atrás, mira a la asistente y parece reacio a irse.
Tal vez sea porque la asistente es la imagen irreal de la cara de una mujer en la pantalla de una computadora: un avatar sin adornos. Sus palabras amables son espasmódicas, nerviosas, monótonas y mecánicas. Pero está capacitada para hacer lo que hace, entiende el habla de una persona, reconoce ciertos síntomas en un niño y razona según reglas sencillas: hacer un diagnóstico inicial de la indisposición de un niño y de su gravedad. Y ganarse la simpatía de un chico de cinco años.
“Nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pensarán que es completamente natural hablar con las máquinas y entenderlas”, dijo Eric Horvitz, un científico de la computación, que está en el laboratorio de investigación de Microsoft donde se desarrolla el proyecto “Avatar médico”, uno de los varios que pretenden demostrar que tal vez dentro de poco tiempo las personas y las computadoras podrán comunicarse.
Hace décadas que los investigadores en informática se propusieron llegar a la inteligencia artificial, es decir a la utilización de computadoras para simular el pensamiento humano. Pero en los últimos años se ha producido un rápido progreso: ya hay máquinas capaces de escuchar, hablar, ver, razonar y aprender, a su manera. Según los científicos y los economistas, las perspectivas para el futuro son que la inteligencia artificial no sólo transformará la forma en que seres humanos y máquinas se comunican y colaboran, sino que además eliminará millones de puestos de trabajo, creará muchos otros y modificará la índole del trabajo y de las rutinas diarias.
La tecnología de inteligencia artificial que más ha avanzado en el ámbito de la vida cotidiana es la comprensión de lo que los seres humanos le dicen a la máquina. Actualmente, en vez de tipear mucha gente le habla a su teléfono celular para buscar cosas. Los servicios de búsqueda tanto de Google como de Microsoft ahora responden a comandos de voz. Y muchísimos conductores les piden a sus automóviles cosas como buscar direcciones o poner música.
El número de médicos estadounidenses que utilizan software de voz para grabar y registrar las historias clínicas y los tratamientos de sus pacientes se ha triplicado en los últimos tres años, llegando a 150.000. El progreso es sorprendente. Hace algunos años, el músculo supraspinatus (músculo supraespinoso, un músculo de rotación del hombro), fue traducido como “banana fish”, algo así como “banana espinosa”. Hoy en día, el software transcribe perfectamente todo tipo de terminología médica, dicen los profesionales. Tiene, en cambio, problemas con palabras de uso corriente y con la gramática, lo que requiere correcciones en una de cada cuatro oraciones, aproximadamente.
“Es increíble cuánto ha mejorado en los últimos cinco años”, dijo el Dr. Michael A. Lee, un pediatra de Norwood, Massachusetts, quien usa rutinariamente software de transcripción. “Pero por alguna razón, tiene un problema con las palabras “ella” y “él”. Cuando yo digo “ella”, escribe “él”. La tecnología es sexista: le gusta escribir “él”.
A pesar de todo, el software de traducción que está siendo sometido a prueba por la Defense Advanced Research Projects Agency (Proyectos de Investigación Avanzada de la Agencia de Defensa) es lo suficientemente rápido como para mantener conversaciones simples. En Irak, con algunos soldados el inglés se traduce al árabe y el árabe al inglés. Pero todavía queda un largo camino por recorrer. Por ejemplo, cuando un soldado le preguntó a un civil “¿qué lleva usted en su camión?” la respuesta en árabe fue: “transporto tomates”. “[I am] carrying tomatoes”. Pero la traducción inglesa fue que transportaba “tomates preñados”. El software de voz entendió “carrying” [preñada] pero no entendió el contexto.
Aunque todavía está lejos de la perfección, el software de reconocimiento de voz es lo suficientemente bueno desde muchos puntos de vista. Tomemos como ejemplo los “call centers”. Hoy en día el software de voz permite que muchos llamados se automaticen íntegramente. Y ciertos sistemas más avanzados son capaces de entender hasta lo que dice un cliente perplejo ante un producto que ha comprado y no funciona bien. Y además, también son capaces de poner en contacto al cliente con la persona adecuada, lo que le ahorra frustración y tiempo. Pueden detectar el enojo en la voz y responder en consecuencia: por lo general, pasándole el llamado a un gerente.
De modo que el futuro es incierto para muchos de los cuatro millones de empleados que, según se estima, trabajan en los call centers de todo Estados Unidos; o para los 100.000 transcripcionistas médicos, cuyos empleos ya estaban amenazados por el traslado al exterior. “Todo el trabajo básico que puede automatizarse ya está en la mira de la tecnología y de la globalización, y el paulatino perfeccionamiento de la inteligencia artificial sólo magnifica esa realidad”, dijo Erik Brynjolfsson, un economista de la Facultad de Administración de Empresas de la Sloan School del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
Pero el profesor Brynjolfsson sostiene que la inteligencia artificial también favorecerá la innovación y creará oportunidades, tanto para los individuos como para las empresas, así como la Internet ha llevado a nuevos negocios, como Google, y a nuevas formas de comunicación, como los blogs y las redes sociales. Algún día, predicen los expertos, las máquinas inteligentes guiarán a los estudiantes, asistirán a los cirujanos y conducirán vehículos sin ningún riesgo.
[…]
The New York Times, 03 de julio de 2010. Traducción de Ofelia Castillo. Texto adaptado. Disponible en: <http://www.clarin.com/internet/computadoras-hablan-mantienen-dialogos-humano_0_290371186.html>
Leia as alternativas abaixo sobre a assistente que atende à mãe e a seu filho e verifique se são verdadeiras ou falsas.
I - A assistente não passa de uma imagem na tela de um computador.
II - A amabilidade de suas palavras é um indício de que se trata de uma máquina.
III - Está programada para indicar tratamentos a partir dos sintomas relatados.
IV - É capaz de refletir com simplicidade e emitir um diagnóstico.
Assinale a alternativa que apresenta a sequência correta.
Pelota valenciana: un deporte olímpico
Josué Ferrer
Leia a seguinte passagem extraída do texto e assinale a opção que NÃO apresenta um equivalente para o fragmento em destaque:
“Aunque SE LES TILDE DE deportes no pasan de ser estúpidos juegos de entretenimiento.” (párrafo 11)
Assinale a opção que completa corretamente a paráfrase abaixo:
La pelota posee enormes posibilidades de convertirse en deporte olímpico porque, __________________, lo tiene muy merecido.
Pelota valenciana: un deporte olímpico
Josué Ferrer
“No es un deporte de pueblerinos. A pelota han jugado emperadores (Alejandro Magno…), césares (Vespasiano, Alejandro Severo…), reyes (Luis X, Carlos VIII, Francisco I, Enrique IV…), etc.” (párrafo 3)
No período acima, o autor, para explicar sua ideia,
Pelota valenciana: un deporte olímpico
Josué Ferrer
“El hecho de que las elites más poderosas de la Tierra hayan disfrutado jugando a pelota le confiere ese toque aristocrático y prestigioso que todo deporte necesita”. (Terceiro parágrafo)
De acordo com o argumento do autor, no trecho acima, verifique se são falsas ou verdadeiras as afirmativas abaixo e, a seguir, assinale a alternativa correta.
( ) La pelota, como todo deporte, prescinde del prestigio de la aristocracia.
( ) El toque aristocrático y de prestigio es necesario a todo deporte.
( ) Las elites confieren prestigio a los deportes, como pasó con la pelota.
( ) La aristocracia ha disfrutado de prestigio por jugar a pelota.
Leia as afirmativas abaixo, verifique se são falsas ou verdadeiras e, a seguir, assinale a alternativa correta.
Josué Ferrer, en su texto,
I - compara la pelota con otros deportes y por eso incita a la promoción de la pelota valenciana a la condición de deporte olímpico.
II - levanta la voz a favor de la pelota valenciana, puesto que está desterrada de los juegos olímpicos desde la época de los emperadores.
III - recuerda los aficionados a la pelota, cuyo renombre en la historia cultural del país realza la importancia del juego, así que llama ignorante al lector que cree que es un deporte de gente sin cultura.
IV - argumenta a favor de la pelota valenciana ya que su importancia sobrepasa los límites sociales y de frontera.
Texto III
UNOS 16.000 VUELOS CANCELADOS HOY EN EUROPA A CAUSA DEL VOLCÁN ISLANDÉS
Texto III
UNOS 16.000 VUELOS CANCELADOS HOY EN EUROPA A CAUSA DEL VOLCÁN ISLANDÉS