Questões de Concurso Comentadas para cespe / cebraspe

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Q2367246 Espanhol
Texto 11A1


El diario de una migrante


       Hace 19 años decidí dejar mi país, mis hijos, mi familia y viajar a otro continente, enfrentarme a nuevas personas, nuevas experiencias, costumbres y si todo iba bien conseguir nuevas oportunidades. Yo era una contadora, tenía trabajo fijo en un principio, pero una crisis revolcó la situación económica de mi país.

           Todavía recuerdo ese momento en el que tuve que partir. Me destrozaba el alma ver los ojos tristes de mi hijita mayor y dar ese abrazo fuerte a mi niño, el del medio; pero no podía lidiar con el dolor de que mi niña pequeñita de tan solo 3 años esté alejada de mí, su madre.

        La lucha es diaria, fuerte y muy constante hasta ahora. «No queremos migrantes, necesitamos gente joven, gente con estudios». Esos y muchos otros comentarios escuchaba con frecuencia desde mi llegada al nuevo país.

              Y sí, las ganas de tirar la toalla no faltaban, pero, ¿quién les daría estudio a mis niños? ¿cómo mantengo a mi familia? Trabajé en una casa cuidando a Pepa, una viejita que muchas veces me confundía con otra persona. Luego de muchos años Pepa falleció y aún recuerdo como le pintaba las uñas o cuando tomábamos el té; a ella le encantaba, se sentía mimada y yo disfrutaba de verla contenta. Su muerte me dolió, perdí a una ancianita a quien adoraba y me escuchaba. Pepa se convirtió en mi confidente.

             Junto a mis sobrinos y sus amigos solíamos reunirnos los fines de semana para compartir una cena o un día en el parque. En alguno de esos momentos conocí a una persona, alguien que se volvió mi amigo, salimos durante mucho tiempo, pensé en que tan mayor estaba yo como para andar con esas tonterías de enamorarme de Benjamín, pero sucedió. Por fin volví a ser feliz.

            Hay muchos migrantes como yo, y algunos por no decir la mayoría no han tenido la misma suerte que tengo yo, es por eso que les invito a ser conscientes de la situación de cada uno de ellos, recuerden que detrás de cada persona existe una historia y no es fácil lidiar con soledad, hambre y maltrato, y el hecho de regalar una sonrisa, les aseguro que puede cambiarles el día.


Internet: <tedxlafloresta.com > (con adaptaciones). (con adaptaciones)
Con respecto a las ideas del texto 11A1, a pesar de todas las dificultades sufridas por la narradora del diario, ella
Alternativas
Q2367245 Espanhol
Texto 11A1


El diario de una migrante


       Hace 19 años decidí dejar mi país, mis hijos, mi familia y viajar a otro continente, enfrentarme a nuevas personas, nuevas experiencias, costumbres y si todo iba bien conseguir nuevas oportunidades. Yo era una contadora, tenía trabajo fijo en un principio, pero una crisis revolcó la situación económica de mi país.

           Todavía recuerdo ese momento en el que tuve que partir. Me destrozaba el alma ver los ojos tristes de mi hijita mayor y dar ese abrazo fuerte a mi niño, el del medio; pero no podía lidiar con el dolor de que mi niña pequeñita de tan solo 3 años esté alejada de mí, su madre.

        La lucha es diaria, fuerte y muy constante hasta ahora. «No queremos migrantes, necesitamos gente joven, gente con estudios». Esos y muchos otros comentarios escuchaba con frecuencia desde mi llegada al nuevo país.

              Y sí, las ganas de tirar la toalla no faltaban, pero, ¿quién les daría estudio a mis niños? ¿cómo mantengo a mi familia? Trabajé en una casa cuidando a Pepa, una viejita que muchas veces me confundía con otra persona. Luego de muchos años Pepa falleció y aún recuerdo como le pintaba las uñas o cuando tomábamos el té; a ella le encantaba, se sentía mimada y yo disfrutaba de verla contenta. Su muerte me dolió, perdí a una ancianita a quien adoraba y me escuchaba. Pepa se convirtió en mi confidente.

             Junto a mis sobrinos y sus amigos solíamos reunirnos los fines de semana para compartir una cena o un día en el parque. En alguno de esos momentos conocí a una persona, alguien que se volvió mi amigo, salimos durante mucho tiempo, pensé en que tan mayor estaba yo como para andar con esas tonterías de enamorarme de Benjamín, pero sucedió. Por fin volví a ser feliz.

            Hay muchos migrantes como yo, y algunos por no decir la mayoría no han tenido la misma suerte que tengo yo, es por eso que les invito a ser conscientes de la situación de cada uno de ellos, recuerden que detrás de cada persona existe una historia y no es fácil lidiar con soledad, hambre y maltrato, y el hecho de regalar una sonrisa, les aseguro que puede cambiarles el día.


Internet: <tedxlafloresta.com > (con adaptaciones). (con adaptaciones)
En conformidad con las ideas del texto 11A1, la muerte de Pepa fue un duro golpe para la narradora del texto, porque, entre otras cosas, 
Alternativas
Q2367244 Espanhol
Texto 11A1


El diario de una migrante


       Hace 19 años decidí dejar mi país, mis hijos, mi familia y viajar a otro continente, enfrentarme a nuevas personas, nuevas experiencias, costumbres y si todo iba bien conseguir nuevas oportunidades. Yo era una contadora, tenía trabajo fijo en un principio, pero una crisis revolcó la situación económica de mi país.

           Todavía recuerdo ese momento en el que tuve que partir. Me destrozaba el alma ver los ojos tristes de mi hijita mayor y dar ese abrazo fuerte a mi niño, el del medio; pero no podía lidiar con el dolor de que mi niña pequeñita de tan solo 3 años esté alejada de mí, su madre.

        La lucha es diaria, fuerte y muy constante hasta ahora. «No queremos migrantes, necesitamos gente joven, gente con estudios». Esos y muchos otros comentarios escuchaba con frecuencia desde mi llegada al nuevo país.

              Y sí, las ganas de tirar la toalla no faltaban, pero, ¿quién les daría estudio a mis niños? ¿cómo mantengo a mi familia? Trabajé en una casa cuidando a Pepa, una viejita que muchas veces me confundía con otra persona. Luego de muchos años Pepa falleció y aún recuerdo como le pintaba las uñas o cuando tomábamos el té; a ella le encantaba, se sentía mimada y yo disfrutaba de verla contenta. Su muerte me dolió, perdí a una ancianita a quien adoraba y me escuchaba. Pepa se convirtió en mi confidente.

             Junto a mis sobrinos y sus amigos solíamos reunirnos los fines de semana para compartir una cena o un día en el parque. En alguno de esos momentos conocí a una persona, alguien que se volvió mi amigo, salimos durante mucho tiempo, pensé en que tan mayor estaba yo como para andar con esas tonterías de enamorarme de Benjamín, pero sucedió. Por fin volví a ser feliz.

            Hay muchos migrantes como yo, y algunos por no decir la mayoría no han tenido la misma suerte que tengo yo, es por eso que les invito a ser conscientes de la situación de cada uno de ellos, recuerden que detrás de cada persona existe una historia y no es fácil lidiar con soledad, hambre y maltrato, y el hecho de regalar una sonrisa, les aseguro que puede cambiarles el día.


Internet: <tedxlafloresta.com > (con adaptaciones). (con adaptaciones)
Según las ideas del texto 11A1, la migrante y narradora del diario tiene dos niñas y un niño. El varón es su
Alternativas
Q2367243 Espanhol
Texto 11A1


El diario de una migrante


       Hace 19 años decidí dejar mi país, mis hijos, mi familia y viajar a otro continente, enfrentarme a nuevas personas, nuevas experiencias, costumbres y si todo iba bien conseguir nuevas oportunidades. Yo era una contadora, tenía trabajo fijo en un principio, pero una crisis revolcó la situación económica de mi país.

           Todavía recuerdo ese momento en el que tuve que partir. Me destrozaba el alma ver los ojos tristes de mi hijita mayor y dar ese abrazo fuerte a mi niño, el del medio; pero no podía lidiar con el dolor de que mi niña pequeñita de tan solo 3 años esté alejada de mí, su madre.

        La lucha es diaria, fuerte y muy constante hasta ahora. «No queremos migrantes, necesitamos gente joven, gente con estudios». Esos y muchos otros comentarios escuchaba con frecuencia desde mi llegada al nuevo país.

              Y sí, las ganas de tirar la toalla no faltaban, pero, ¿quién les daría estudio a mis niños? ¿cómo mantengo a mi familia? Trabajé en una casa cuidando a Pepa, una viejita que muchas veces me confundía con otra persona. Luego de muchos años Pepa falleció y aún recuerdo como le pintaba las uñas o cuando tomábamos el té; a ella le encantaba, se sentía mimada y yo disfrutaba de verla contenta. Su muerte me dolió, perdí a una ancianita a quien adoraba y me escuchaba. Pepa se convirtió en mi confidente.

             Junto a mis sobrinos y sus amigos solíamos reunirnos los fines de semana para compartir una cena o un día en el parque. En alguno de esos momentos conocí a una persona, alguien que se volvió mi amigo, salimos durante mucho tiempo, pensé en que tan mayor estaba yo como para andar con esas tonterías de enamorarme de Benjamín, pero sucedió. Por fin volví a ser feliz.

            Hay muchos migrantes como yo, y algunos por no decir la mayoría no han tenido la misma suerte que tengo yo, es por eso que les invito a ser conscientes de la situación de cada uno de ellos, recuerden que detrás de cada persona existe una historia y no es fácil lidiar con soledad, hambre y maltrato, y el hecho de regalar una sonrisa, les aseguro que puede cambiarles el día.


Internet: <tedxlafloresta.com > (con adaptaciones). (con adaptaciones)
Señale la opción que presenta los determinantes correctos para los términos “costumbres”, “alma” y “hambre”, respectivamente. 
Alternativas
Q2367242 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
Assinale a opção em que são corretamente identificadas as figuras de linguagem presentes, respectivamente, nos seguintes trechos do texto 10A1: ‘o único onde o povo tem o bom senso de falar português’ (último período do primeiro parágrafo) e “E isso em um setor” (último período do texto).  
Alternativas
Q2367241 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
Assinale a opção que apresenta proposta de reescrita que preserva a correção gramatical e o sentido original do último período do texto 10A1: “E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.”. 
Alternativas
Q2367240 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
Tendo o texto 10A1 como referência, assinale a opção correta no que se refere à classificação gramatical das palavras destacadas do quarto período do segundo parágrafo: “Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe.”.
Alternativas
Q2367239 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
Tendo o texto 10A1 como referência, assinale a opção correta no que diz respeito à classificação da oração “que um idioma é uma coisa viva e pulsante” (segundo período do segundo parágrafo). 
Alternativas
Q2367238 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
Sem prejuízo da correção gramatical e da coerência do texto 10A1, a expressão “não gostando” (terceiro período do primeiro parágrafo) poderia ser substituída por
Alternativas
Q2367237 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
No terceiro período do primeiro parágrafo do texto 10A1, a forma verbal “saíra” está flexionada na
Alternativas
Q2367236 Português
Texto 10A1


     Acho que foi em 1995 que o então presidente de Portugal me deu uma condecoração que muito me orgulha: a da Ordem do Infante Dom Henrique. No momento em que lhe agradeci a honraria, Mário Soares me convidou a ir a Portugal. Respondi que, não gostando de viajar, nunca saíra do Brasil, mas, que, se, um dia, isso viesse a acontecer, minha preferência seria por Portugal, por ser, entre os países da Europa, “o único onde o povo tem o bom senso de falar português”.

      Pode-se imaginar, então, como fico preocupado ao ver a língua portuguesa desfigurada, como está acontecendo. Sei perfeitamente que um idioma é uma coisa viva e pulsante. Não queremos isolar o português, que, como acontece com qualquer outra língua, se enriquece com as palavras e expressões das outras. Todavia, elas devem ser adaptadas à forma e ao espírito do idioma que as acolhe. Somente assim é que deixam de ser mostrengos que nos desfiguram e se transformam em incorporações que nos enriquecem.

      Cito um caso, para exemplificar: no país onde se joga o melhor futebol do mundo, traduziram, e bem, a palavra inglesa goal por gol, mas estão escrevendo seu plural de maneira errada, gols (e não gois, como é exigido, ao mesmo tempo, pelo bom gosto, pelo espírito e pela forma da nossa língua). E isso em um setor em que, para substituir os vocábulos estrangeiros, foram adotadas palavras tão boas quanto zaga, escanteio e impedimento, entre outras.


Ariano Suassuna. Folha de S. Paulo, 5/4/2000 (com adaptações). 
No texto 10A1, a exemplificação do que o autor denomina de “língua portuguesa desfigurada” (primeiro período do segundo parágrafo) refere-se
Alternativas
Q2367235 Português
— Voei ao Recife, no Cais Pousei na Rua da Aurora.
— Aurora da minha vida
Que os anos não trazem mais!
— Os anos não, nem os dias, Que isso cabe às cotovias.
Manuel Bandeira. Cotovia. In: Manuel Bandeira. Poesia completa e prosa. Rio de Janeiro: Nova Aguilar, 1990, p. 298.

Nas práticas de leitura em sala de aula, um texto como o fragmento poético precedente é propício para o estudo da
Alternativas
Q2367232 Pedagogia
Texto 10A3-I


       Na escola, sem Bibiana ao meu lado para me ajudar, minha vida se tornou um tormento. Desde o início, minha mãe avisou à dona Lourdes, a nova professora, da minha mudez. Ela foi cuidadosa, no começo, e bastante generosa para me ensinar as tarefas. Àquela altura eu já sabia ler, graças muito mais aos esforços de minha irmã mais velha e minha mãe do que da professora sem paciência que dava aula na casa de dona Firmina. Para mim era o suficiente. Diferente de Bibiana, que falava em ser professora, eu gostava mesmo era da roça, da cozinha, de fazer azeite e de despolpar o buriti. Não me atraía a matemática, muito menos as letras de dona Lourdes. Não me interessava por suas aulas em que contava a história do Brasil, em que falava da mistura entre índios, negros e brancos, de como éramos felizes, de como nosso país era abençoado. Não aprendi uma linha do hino nacional, não me serviria, porque eu mesma não posso cantar. Muitas crianças também não aprenderam, pude perceber, estavam com a cabeça na comida ou na diversão que estavam perdendo na beira do rio, para ouvir aquelas histórias fantasiosas e enfadonhas sobre os heróis bandeirantes, depois os militares, as heranças dos portugueses e outros assuntos que não nos diziam muita coisa.

        Meu desinteresse só fazia crescer. Tinha a sensação de que perdia meu tempo naquela sala quente, ouvindo aquela senhora de mãos finas e sem calos, com um perfume forte que parecia incensar a escola nos dias de calor. Olhava para o quadro verde, as letras embaralhadas, bonitas, mas que formavam palavras e frases difíceis que não entravam em minha cabeça, e pensava em meu pai na várzea encontrando coisa nova na terra para a qual se dedicar, ou minha mãe cuidando do quintal, dos bichos, costurando.

Itamar Vieira Jr. Torto arado. São Paulo:
Todavia, 2019, p. 97-8 (com adaptações).
Considerando-se o contexto narrativo do texto 10A3-I, em que, além da narradora, outros alunos da professora Lourdes parecem não ter aprendido o hino nacional, é correto afirmar, com base no que propõe a BNCC em relação ao trabalho pedagógico com as práticas de linguagem no ensino fundamental, que, para favorecer o aprendizado dos alunos, seria recomendável que a professora empregasse estratégias como a de 
Alternativas
Q2367231 Português
Texto 10A3-I


       Na escola, sem Bibiana ao meu lado para me ajudar, minha vida se tornou um tormento. Desde o início, minha mãe avisou à dona Lourdes, a nova professora, da minha mudez. Ela foi cuidadosa, no começo, e bastante generosa para me ensinar as tarefas. Àquela altura eu já sabia ler, graças muito mais aos esforços de minha irmã mais velha e minha mãe do que da professora sem paciência que dava aula na casa de dona Firmina. Para mim era o suficiente. Diferente de Bibiana, que falava em ser professora, eu gostava mesmo era da roça, da cozinha, de fazer azeite e de despolpar o buriti. Não me atraía a matemática, muito menos as letras de dona Lourdes. Não me interessava por suas aulas em que contava a história do Brasil, em que falava da mistura entre índios, negros e brancos, de como éramos felizes, de como nosso país era abençoado. Não aprendi uma linha do hino nacional, não me serviria, porque eu mesma não posso cantar. Muitas crianças também não aprenderam, pude perceber, estavam com a cabeça na comida ou na diversão que estavam perdendo na beira do rio, para ouvir aquelas histórias fantasiosas e enfadonhas sobre os heróis bandeirantes, depois os militares, as heranças dos portugueses e outros assuntos que não nos diziam muita coisa.

        Meu desinteresse só fazia crescer. Tinha a sensação de que perdia meu tempo naquela sala quente, ouvindo aquela senhora de mãos finas e sem calos, com um perfume forte que parecia incensar a escola nos dias de calor. Olhava para o quadro verde, as letras embaralhadas, bonitas, mas que formavam palavras e frases difíceis que não entravam em minha cabeça, e pensava em meu pai na várzea encontrando coisa nova na terra para a qual se dedicar, ou minha mãe cuidando do quintal, dos bichos, costurando.

Itamar Vieira Jr. Torto arado. São Paulo:
Todavia, 2019, p. 97-8 (com adaptações).
A sensação de opressão experimentada pela narradora na escola, retratada no segundo parágrafo do texto 10A3-I, é realçada pelo(a) 
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Q2367227 Português
Texto 10A2-I


     Eu vi Olívia. Ela estava na última mesa, depois de algumas outras mesas ocupadas, sozinha, escrevendo. Em volta, um silêncio que as mesas barulhentas, os carros que passavam, as pessoas que corriam não podiam interromper. Ela escrevia sem fazer a menor ideia de que aquele era o meu lugar. Era onde eu me sentia melhor, era meu por obrigação de me sentir melhor. Onde eu me esquecia menos. Lembrar se tornou prioridade absoluta. Pensei: vou pedir que ela me devolva, ou que me ceda, para não ser agressiva, o lugar onde me sinto melhor. Tenho uma recomendação expressa de meu médico de me sentir melhor sempre que possível. E seria possível se ela saísse de lá e me deixasse sentar e folhear os livros do sebo, que tão bem me fazem quando me lembram de que sempre haverá outra realidade para onde me retirar. Pensei em ir até ela e pedir gentilmente que saísse, mas vi que se entregava consumida a uma escrita sem pausas.

       Eu vi Olívia. Meu Deus, como eu vi Olívia! Cabelo ruivo, olhos verdes, linda, linda, desconcertantemente linda e atenta a alguma coisa que borbulhava dentro dela. Talvez linda porque imersa em borbulhas. Não, definitivamente não apenas. Linda pelos olhos verdes, o cabelo ruivo e os dentes sem sombras. Linda pela larga atmosfera triste que emoldurava seus gestos. Vestia verde-oliva. Olívia e oliva combinavam. Ela sabia. Respirava como quem sabia. Ocorreu-me que ela seria capaz de coisas improváveis se eu interrompesse a frase que escrevia obstinada, fazendo com suas ideias o que alfinetes fazem com balões. Acho. Foi bom não ter certeza. Só avancei porque minhas certezas se evaporaram; eu não as tenho desde que envelheci. Continuei indo em sua direção, no meu passo de velha senhora. Eu já estava quase chegando, quase atravessando o silêncio de Olívia, quando ela parou e chorou. Fez com que eu parasse também, não podia pedir a alguém chorando que saísse de onde estava para que eu me sentisse melhor. Ela enxugou com o punho as lágrimas, que voltavam a escorrer desobedientes. Punhos oliva secando lágrimas transparentes, tudo enchia meus olhos ávidos de literatura. Ela relia o que havia escrito, chorava, e eu suspeitava que, por um segundo, um miserável segundo, também ria. Olívia chorava e ria. E eu fiquei ali, na fronteira entre o barulho e o silêncio, vendo aquela menina, seguramente uma menina se comparada a mim, suspender meu próprio caos como se fosse mágica.


Carla Madeira. A natureza da mordida. 1.a ed. Rio de Janeiro: Record, 2022 (com adaptações).
O uso da próclise no trecho “sempre haverá outra realidade para onde me retirar” (penúltimo período do primeiro parágrafo do texto 10A2-I) é justificado pela seguinte regra: usa-se a próclise quando o pronome oblíquo é precedido por
Alternativas
Q2367224 Português
Texto 10A2-I


     Eu vi Olívia. Ela estava na última mesa, depois de algumas outras mesas ocupadas, sozinha, escrevendo. Em volta, um silêncio que as mesas barulhentas, os carros que passavam, as pessoas que corriam não podiam interromper. Ela escrevia sem fazer a menor ideia de que aquele era o meu lugar. Era onde eu me sentia melhor, era meu por obrigação de me sentir melhor. Onde eu me esquecia menos. Lembrar se tornou prioridade absoluta. Pensei: vou pedir que ela me devolva, ou que me ceda, para não ser agressiva, o lugar onde me sinto melhor. Tenho uma recomendação expressa de meu médico de me sentir melhor sempre que possível. E seria possível se ela saísse de lá e me deixasse sentar e folhear os livros do sebo, que tão bem me fazem quando me lembram de que sempre haverá outra realidade para onde me retirar. Pensei em ir até ela e pedir gentilmente que saísse, mas vi que se entregava consumida a uma escrita sem pausas.

       Eu vi Olívia. Meu Deus, como eu vi Olívia! Cabelo ruivo, olhos verdes, linda, linda, desconcertantemente linda e atenta a alguma coisa que borbulhava dentro dela. Talvez linda porque imersa em borbulhas. Não, definitivamente não apenas. Linda pelos olhos verdes, o cabelo ruivo e os dentes sem sombras. Linda pela larga atmosfera triste que emoldurava seus gestos. Vestia verde-oliva. Olívia e oliva combinavam. Ela sabia. Respirava como quem sabia. Ocorreu-me que ela seria capaz de coisas improváveis se eu interrompesse a frase que escrevia obstinada, fazendo com suas ideias o que alfinetes fazem com balões. Acho. Foi bom não ter certeza. Só avancei porque minhas certezas se evaporaram; eu não as tenho desde que envelheci. Continuei indo em sua direção, no meu passo de velha senhora. Eu já estava quase chegando, quase atravessando o silêncio de Olívia, quando ela parou e chorou. Fez com que eu parasse também, não podia pedir a alguém chorando que saísse de onde estava para que eu me sentisse melhor. Ela enxugou com o punho as lágrimas, que voltavam a escorrer desobedientes. Punhos oliva secando lágrimas transparentes, tudo enchia meus olhos ávidos de literatura. Ela relia o que havia escrito, chorava, e eu suspeitava que, por um segundo, um miserável segundo, também ria. Olívia chorava e ria. E eu fiquei ali, na fronteira entre o barulho e o silêncio, vendo aquela menina, seguramente uma menina se comparada a mim, suspender meu próprio caos como se fosse mágica.


Carla Madeira. A natureza da mordida. 1.a ed. Rio de Janeiro: Record, 2022 (com adaptações).
A repetição do período “Eu vi Olívia.” no início do primeiro e do segundo parágrafos do texto 10A2-I demonstra o uso da figura de linguagem denominada
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Q2367215 Pedagogia
Segundo o que dispõe a Base Nacional Comum Curricular (BNCC) para o ensino de língua inglesa, o eixo Leitura aborda práticas de linguagem decorrentes da interação do leitor com o texto escrito e promove
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Q2367214 Pedagogia
Texto 9A3


        Como defende Hoffmann, a avaliação mediadora consiste no acompanhamento permanente, na observação, no contato direto entre alunos e professores e na real preocupação em mudar a forma de funcionamento das engrenagens da educação. Porém, a interpretação errônea que se tem desse tipo de avaliação a torna descartável logo que citada ou trazida à tona em reuniões, encontros, formações e outros tipos de eventos acadêmicos ou institucionais. O argumento utilizado pelos professores que estão presos às suas práticas conservadoras e positivistas se volta para a superlotação das salas de aula brasileiras, o que supostamente tornaria impossível conhecer cada um dos discentes mais profundamente e mediá-los individualmente durante cada encontro.

      Pelo que é apresentado por Hoffmann, nota-se como é vago o conhecimento dos discentes sobre a avaliação mediadora. Quando a prática não é situada, lacunas são observadas, as quais podem prejudicar, de forma considerável, o andamento e até mesmo a permanência dos alunos nas salas de aula. Algo que ilustra bem essa afirmação é o seguinte exemplo: em determinado ano letivo de quatro bimestres, um aluno consegue alcançar a nota máxima nos dois primeiros, em que foram trabalhados os conteúdos, por exemplo, de present simple e de verbo to be. No entanto, ao chegar ao terceiro e ao quarto bimestres do ano, o aluno se depara com o simple past e o past-perfect, e não consegue compreender nem produzir conhecimentos efetivos sobre esses tempos verbais. Contudo, conforme a atual lógica matemática das escolas tradicionais, o aluno somente precisa obter determinada nota média ao final do ano letivo. Como ele se saiu bem nos primeiros bimestres, ele é aprovado pela média, porém com certos espaços incompletos, pois os outros dois conteúdos que não foram bem construídos e apreendidos pelo estudante não são retomados. Isso pode ser totalmente danoso, principalmente no que se refere à aprendizagem de um idioma, que requer prática e construção progressiva. Assim, a escola foi imprudente e negligenciou o aprendizado do aluno, simplesmente entendendo que os números conquistados por ele foram suficientes para sua avaliação, o que se mostra totalmente inadequado por desconsiderar as dificuldades que o aluno teve nos últimos bimestres.


Internet: <https://editorarealize.com.br/>(com adaptações).
Com base no texto 9A3, é correto afirmar que a essência da avaliação mediadora é
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Q2367213 Pedagogia
Texto 9A3


        Como defende Hoffmann, a avaliação mediadora consiste no acompanhamento permanente, na observação, no contato direto entre alunos e professores e na real preocupação em mudar a forma de funcionamento das engrenagens da educação. Porém, a interpretação errônea que se tem desse tipo de avaliação a torna descartável logo que citada ou trazida à tona em reuniões, encontros, formações e outros tipos de eventos acadêmicos ou institucionais. O argumento utilizado pelos professores que estão presos às suas práticas conservadoras e positivistas se volta para a superlotação das salas de aula brasileiras, o que supostamente tornaria impossível conhecer cada um dos discentes mais profundamente e mediá-los individualmente durante cada encontro.

      Pelo que é apresentado por Hoffmann, nota-se como é vago o conhecimento dos discentes sobre a avaliação mediadora. Quando a prática não é situada, lacunas são observadas, as quais podem prejudicar, de forma considerável, o andamento e até mesmo a permanência dos alunos nas salas de aula. Algo que ilustra bem essa afirmação é o seguinte exemplo: em determinado ano letivo de quatro bimestres, um aluno consegue alcançar a nota máxima nos dois primeiros, em que foram trabalhados os conteúdos, por exemplo, de present simple e de verbo to be. No entanto, ao chegar ao terceiro e ao quarto bimestres do ano, o aluno se depara com o simple past e o past-perfect, e não consegue compreender nem produzir conhecimentos efetivos sobre esses tempos verbais. Contudo, conforme a atual lógica matemática das escolas tradicionais, o aluno somente precisa obter determinada nota média ao final do ano letivo. Como ele se saiu bem nos primeiros bimestres, ele é aprovado pela média, porém com certos espaços incompletos, pois os outros dois conteúdos que não foram bem construídos e apreendidos pelo estudante não são retomados. Isso pode ser totalmente danoso, principalmente no que se refere à aprendizagem de um idioma, que requer prática e construção progressiva. Assim, a escola foi imprudente e negligenciou o aprendizado do aluno, simplesmente entendendo que os números conquistados por ele foram suficientes para sua avaliação, o que se mostra totalmente inadequado por desconsiderar as dificuldades que o aluno teve nos últimos bimestres.


Internet: <https://editorarealize.com.br/>(com adaptações).
A principal crítica feita no texto 9A3 à abordagem tradicional de avaliação nas escolas diz respeito à
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Q2367212 Inglês
No ensino da língua inglesa, o tratamento da produção escrita como processo pode beneficiar os alunos ao 
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Respostas
11701: A
11702: D
11703: C
11704: E
11705: A
11706: E
11707: B
11708: C
11709: D
11710: A
11711: A
11712: C
11713: C
11714: A
11715: B
11716: C
11717: B
11718: E
11719: B
11720: D