Questões de Concurso Sobre espanhol
Foram encontradas 2.741 questões
TEXTO 01
O texto seguinte servirá de base para responder às questões de 01 a 04.
¿ El Fin Justifica los Medios?
Una de las características de la juventud es la voluntad de cambiar el mundo, que encontramos imperfecto e injusto.
En la década del 70, John Lennon tradujo esa voluntad en la letra de Imagine y los jóvenes, por esos mismos años, produjeron el movimento hippie. Eran los jóvenes que proclamaban y profesaban Paz y Amor, los que iban a los conciertos de rock y exteriorizaban su deseo de libertad.
Pero, en verdad, lo que hubo por detrás de eso para algunos de ellos fue La liberración sexual y un consumo excesivo de drogas, además de la ruptura de los valores familiares. Esos jóvenes pidieron libertad a costa de su identidad y seguridad.
Al mismo tiempo, habia jóvebes que veían el mundo con una postura político-social. Estaban en contra de las guerras y los gobiernos autoritários. Muchos desaparecieron luchando por su ideal democrático, algunos usando armas, otros usando solo la palavra. Esos jóvenes pidieron paz y consiguiron violência.
Claro que nosotros, los jóvenes de hoy, no pudimos presenciar esos movimentos, pero de igual forma vivimos o somos testigos de outro: el movimiento ecológico.
De nuevo nosotros, los jóvenes, estamos intentando cambiar el mundo, preocupados con el futuro del planeta, que ya se anuncia sombrio. La desvatación de las florestas, rios, mares, de La naturaleza en general, en nombre del progreso, ? es el resultado de las exigências de un gigantesco crescimiento demográfico?, ? o es el de una desmedida ganância?
Pero hay algunas acciones que a muchos de nosotros nos dejan confusos. Entre los tantos movimientos ecológicos en defesa de los animales, hay algunos que van contra la matanza de estos seres para comerciar sus pieles en la fabricacion de abrigos y calzado y también hay algunos que van contra la matanza para obtener alimentos. Podemos ver movimientos que van contra el uso de animales en laboratórios para experimentos o para producir medicamentos contra enfermedades que victiman a seres humanos.
Para alcanzar los objetivos de defensa de los animales, algunos de los integrantes de estos movimientos no se imponen limites: llegan a amenazar con la muerte a los científicos y lanzan bombas en locales públicos. ? No deberían ser movimientos pacíficos?
?La preservación de la naturaleza no incluye entre sus fines preservar la espécie humana y lograr una mejor calidad de vida?
No juzgo, soy apenas un adolescente, pero con estas interrogantes traduzco mi incomprensión delante de las incongruências de un mundo que estoy emprezando a conocer.
Creo que muchos, como yo, desean tener las respuestas a esas perguntas.
Libro 2, obra Español completo. Página 85.
Cuando el autor dice que el futuro del planeta "ya se anuncia sombrío"
I.Podemos prever lo que va a ocurrir con el planeta por consecuencia de las agresiones que sufre la naturaleza.
II.El progreso produce una agresión a la naturaleza.
III.La ganância y el crecimiento demográfico nos llevan a um fin previsto e inevitable.
Marque la opción que completa el significado de la oración:
Em oración “Abre la ventana y da las gracias: ese es mi lema del día”, el término que traduce correctamente el resaltado es:
Todas las alternativas contienen nombres de productos alimenticios, excepto:
Debido a la proximidad del portugués y del español, generalmente los sustantivos son del mismo género. Algunas de las excepciones son:
Las cuestiones 16 y 17 se refieren a la parte del texto de J. Díaz-Corralejo.
El aprendizaje de las lenguas extranjeras es un proceso en el que el desarrollo se hace individualmente y está constituido por diferentes etapas de desestructuración y de __________________ para construir un sistema, o sistemas, de lengua y cultura además del materno. Las etapas intermedias las llamamos interlengua y, poco a poco, los profesores tienen en cuenta que los errores no son faltas (Lamy 1976, Corder 1980: 13) que hay que castigar o que poner en evidencia, sino pistas que permitan conocer los obstáculos que cada alumno encuentra en la progresión de su aprendizaje de las lenguas extranjeras.
CONDE, J. Díaz-Corralejo. Didáctica de las lenguas extranjeras: los enfoques comunicativos, in Didáctica, 8, 87-103. Servicio de Publicaciones UCM. Madrid, 1996. http://revistas.ucm.es/index.php/DIDA/article/view/DIDA9696110087A
El sistema lingüístico del estudiante de una segunda lengua es llamado interlengua. Con relación a este sistema considere las afirmaciones abajo y posteriormente marque las opciones correctas:
I – Ser un sistema individual, propio de cada aprendiente.
II – Mediar entre el sistema de la lengua materna y el de la lengua meta del alumno.
III – Estar en constante evolución, puesto que está constituido por etapas sucesivas de aproximación a la lengua meta.
IV – Ser permeable al aducto, y, por tanto, capaz de experimentar sucesivas reestructuraciones para dar paso al siguiente estadio.
Están correctas:
Las cuestiones 16 y 17 se refieren a la parte del texto de J. Díaz-Corralejo.
El aprendizaje de las lenguas extranjeras es un proceso en el que el desarrollo se hace individualmente y está constituido por diferentes etapas de desestructuración y de __________________ para construir un sistema, o sistemas, de lengua y cultura además del materno. Las etapas intermedias las llamamos interlengua y, poco a poco, los profesores tienen en cuenta que los errores no son faltas (Lamy 1976, Corder 1980: 13) que hay que castigar o que poner en evidencia, sino pistas que permitan conocer los obstáculos que cada alumno encuentra en la progresión de su aprendizaje de las lenguas extranjeras.
CONDE, J. Díaz-Corralejo. Didáctica de las lenguas extranjeras: los enfoques comunicativos, in Didáctica, 8, 87-103. Servicio de Publicaciones UCM. Madrid, 1996. http://revistas.ucm.es/index.php/DIDA/article/view/DIDA9696110087A
Señale la alternativa correcta, que presenta el término apropriado:
Las palabras homónimas cambian de significado de acuerdo con el artículo que es antecedente a ellas. En las frases subsecuentes, ¿Cuál homónima está con su significado correcto y preservado?
No es un medio de locomoción señelado en:
Una caracteristica del Español de España que lo diferencia del español de otros países es el uso del sujeto "vosotros". Más allá de esto, con relación a pronunciación, es correcto afirmar:
¿Cuál heterotónico está de acuerdo con la pronunciación?
El proceso de comprensión e inserción de un individuo en una nueva lengua también está intrínsecamente relacionado al conocimiento de expresiones idiomáticas. De este modo, cuál seria la mejor definición para el dicho "Pensando en las musarañas":
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
Según lo que podemos leer en tu libro, por la historia de Samuel y Anita, ‘el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra’.
No sé si será el único, pero sin duda la historia se repite. Creo que hemos evolucionado, que avanzamos a paso de tortuga hacia una civilización mejor.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
¿Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Internet: <www.elle.com> (con adaptaciones).
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
Según lo que podemos leer en tu libro, por la historia de Samuel y Anita, ‘el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra’.
No sé si será el único, pero sin duda la historia se repite. Creo que hemos evolucionado, que avanzamos a paso de tortuga hacia una civilización mejor.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
¿Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Internet: <www.elle.com> (con adaptaciones).
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
Según lo que podemos leer en tu libro, por la historia de Samuel y Anita, ‘el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra’.
No sé si será el único, pero sin duda la historia se repite. Creo que hemos evolucionado, que avanzamos a paso de tortuga hacia una civilización mejor.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
¿Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Internet: <www.elle.com> (con adaptaciones).
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
Según lo que podemos leer en tu libro, por la historia de Samuel y Anita, ‘el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra’.
No sé si será el único, pero sin duda la historia se repite. Creo que hemos evolucionado, que avanzamos a paso de tortuga hacia una civilización mejor.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
¿Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Internet: <www.elle.com> (con adaptaciones).
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
Según lo que podemos leer en tu libro, por la historia de Samuel y Anita, ‘el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra’.
No sé si será el único, pero sin duda la historia se repite. Creo que hemos evolucionado, que avanzamos a paso de tortuga hacia una civilización mejor.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
¿Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Internet: <www.elle.com> (con adaptaciones).
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.
Texto 18A4
Isabel Allende: «Las sombras del fascismo, la violencia y la
injusticia no son inevitables, pero se repiten»
Cuando te gusta la literatura, abrir un nuevo libro provoca una emoción difícil de narrar. ¿Qué me contará esa obra? ¿Me emocionará? ¿Me aburrirá? ¿Acabaré recomendándosela a todo el mundo? ¿Qué cosas aprenderé? Pero cuando el libro que tienes entre manos es el nuevo de Isabel Allende, la cosa se pone muy seria. Porque es la escritora en lengua española más leída del mundo, y porque ha dejado claro que la buena literatura no está reñida con las emociones y, en el otro lado, la denuncia política y social. Tengo la ocasión de entrevistarla por su nuevo libro, El viento conoce mi nombre, en el que trata un tema más candente que nunca: la migración.
¿Crees que la sociedad tiene el corazón demasiado endurecido para no percibir el drama de la inmigración y la deportación infantil?
Es difícil entender y simpatizar con números abstractos. Nos dicen que hay millones de seres desplazados en el mundo, pero eso no significa nada si no conocemos a una de esa víctima, vemos su cara, escuchamos su historia, sabemos su nombre. Recién entonces la tragedia toma forma humana y podemos abrir el corazón.
¿Cómo describirías tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual al momento de sentarte a escribir?
Empiezo todos mis libros el 8 de enero, tengo un solo proyecto entre manos, escribo todos los días menos el domingo, normalmente 6-8 horas diarias con una breve interrupción para comer. Siempre me doy tiempo para hacer ejercicio y caminar a mis perros. Investigo, reviso, corrijo y edito hasta el cansancio.
Hay algún personaje en particular que te haya dejado una huella profunda o del que te sientas especialmente orgullosa?
Clara del Valle, en mi primera novela, porque fue inspirada en mi abuela clarividente y espiritista. No tuve que inventar a Clara, sólo tuve que recordar a mi abuela.
Tus novelas a menudo abordan temas sociales y políticos. ¿Crees que la literatura puede ser una herramienta para el cambio social?
Toda forma de arte nos acerca de forma personal a la experiencia humana, pero no pretendo que mis libros produzcan cambio social. La gente que me lee ya piensa como yo. Las ideas y los sentimientos están allí, yo sólo los pongo en palabras.
¿Cómo te enfrentas a los desafíos o bloqueos creativos? ¿Has padecido alguno en todos estos años?
Después de la muerte de mi hija escribí una memoria, Paula, que me salvó de una depresión profunda, pero pasé los tres años siguientes sin poder escribir. Un día recordé que tengo entrenamiento de periodista y si me dan un tema y tiempo para investigar, puedo escribir sobre casi cualquier cosa. Escribí un libro que no es ficción sobre la gula y la lujuria. Aprendí que si estoy bloqueada con la ficción, puedo recurrir a otros géneros.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro cercano?
Siempre estoy escribiendo o investigando para un libro. Ahora estoy en la mitad del primer borrador de otra novela, pero nunca hablo de un proyecto que no he terminado.