Questões de Concurso
Comentadas sobre significação contextual de palavras e expressões | significacción contextual de palabras y expresiones em espanhol
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Texto VII, para responder las preguntas de 46 a 50.
1 Masculinidad y feminidad, juventud y senectud, son dos parejas de potencias antagónicas. Vienen a ser como estilos
diversos del vivir. Y como todos coexisten en cualquier instante de la historia, se produce entre ellos una colisión, un forcejeo
en que intenta cada cual arrastrar en su sentido, íntegra, la existencia humana. Para comprender bien una época es preciso
4 determinar la ecuación dinámica que en ella dan esas cuatro potencias. Es sobremanera interesante perseguir en los siglos
los desplazamientos del poder hacia una u otra de esas potencias. Entonces se advierte lo que de antemano debía
presumirse: que, siendo rítmica toda vida, lo es también la histórica, y que los ritmos fundamentales son precisamente los
7 biológicos; es decir, que hay épocas en que predominan lo masculino y otras señoreadas por los instintos de la feminidad, que
hay tiempos de jóvenes y tiempos de viejos.
Idem, ibidem.
El vocablo “Entonces” (línea 5) equivale a
Texto VII, para responder las preguntas de 46 a 50.
1 Masculinidad y feminidad, juventud y senectud, son dos parejas de potencias antagónicas. Vienen a ser como estilos
diversos del vivir. Y como todos coexisten en cualquier instante de la historia, se produce entre ellos una colisión, un forcejeo
en que intenta cada cual arrastrar en su sentido, íntegra, la existencia humana. Para comprender bien una época es preciso
4 determinar la ecuación dinámica que en ella dan esas cuatro potencias. Es sobremanera interesante perseguir en los siglos
los desplazamientos del poder hacia una u otra de esas potencias. Entonces se advierte lo que de antemano debía
presumirse: que, siendo rítmica toda vida, lo es también la histórica, y que los ritmos fundamentales son precisamente los
7 biológicos; es decir, que hay épocas en que predominan lo masculino y otras señoreadas por los instintos de la feminidad, que
hay tiempos de jóvenes y tiempos de viejos.
Idem, ibidem.
La expresión “Vienen a ser” (línea 1) puede ser sustituida, sin producir alteraciones semánticas o gramaticales, por
Texto VI, para responder las preguntas de 38 a 45.
1 Pensando así, había de parecerme sobremanera
verosímil que en los más profundos y amplios fenómenos
históricos aparezca, más o menos claro, el decisivo influjo de
4 las diferencias biológicas más elementales. La vida es
masculina o femenina, es joven o es vieja. ¿Cómo se puede
pensar que estos módulos elementalísimos y divergentes de
7 la vitalidad no sean gigantescos poderes plásticos de la
historia? Fue, a mi juicio, uno de los descubrimientos
sociológicos más importantes el que se hizo, va para treinta
10 años, cuando se advirtió que la organización social más
primitiva no es sino la impronta en la masa colectiva de esas
grandes categorías vitales: sexos y edades. La estructura
13 más primitiva de la sociedad se reduce a dividir los individuos
que la integran en hombres y mujeres, y cada una de estas
clases sexuales en niños, jóvenes y viejos, en clases de
16 edad. Las formas biológicas mismas fueron, por decirlo así,
las primeras instituciones.
Idem, ibidem.
El vocablo “plásticos” (línea 7) es utilizado en el texto con la acepción de
Texto V, para responder las preguntas de 26 a 37.
Masculinidad y feminidad, juventud y senectud
1 Las variaciones históricas no proceden nunca de
causas externas al organismo humano, al menos dentro de
un mismo período zoológico. Si ha habido catástrofes
4 telúricas — diluvios, sumersión de continentes, cambios
súbitos y extremos de clima — como en los mitos más
arcaicos parece recordarse confusamente, el efecto por ellas
7 producido trascendió los límites de lo histórico y trastornó la
especie como tal. Lo más probable es que el hombre no ha
asistido nunca a semejantes catástrofes. La existencia ha
10 sido, por lo visto, siempre muy cotidiana. Los cambios más
violentos que nuestra especie ha conocido, los períodos
glaciales, no tuvieron carácter de gran espectáculo. Basta
13 que durante algún tiempo la temperatura media del año
descienda cinco o seis grados para que la glacialización se
produzca. En definitiva, que los veranos sean un poco más
16 frescos. Conviene abandonar la idea de que el medio,
mecánicamente, modele la vida; por lo tanto, que la vida sea
un proceso de fuera a dentro. Las modificaciones externas
19 actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo
responde con un amplio margen de originalidad imprevisible.
22 Cada especie, y aun cada variedad, y allí cada individuo,
aprontará una respuesta más o menos diferente, nunca
idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
25 dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus
variaciones hay que buscarlos en el interior del organismo.
José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. Internet:
<www.laeditorialvirtual.com.ar> (adaptado).
La expresión “hay que” (línea 26) denota
Texto V, para responder las preguntas de 26 a 37.
Masculinidad y feminidad, juventud y senectud
1 Las variaciones históricas no proceden nunca de
causas externas al organismo humano, al menos dentro de
un mismo período zoológico. Si ha habido catástrofes
4 telúricas — diluvios, sumersión de continentes, cambios
súbitos y extremos de clima — como en los mitos más
arcaicos parece recordarse confusamente, el efecto por ellas
7 producido trascendió los límites de lo histórico y trastornó la
especie como tal. Lo más probable es que el hombre no ha
asistido nunca a semejantes catástrofes. La existencia ha
10 sido, por lo visto, siempre muy cotidiana. Los cambios más
violentos que nuestra especie ha conocido, los períodos
glaciales, no tuvieron carácter de gran espectáculo. Basta
13 que durante algún tiempo la temperatura media del año
descienda cinco o seis grados para que la glacialización se
produzca. En definitiva, que los veranos sean un poco más
16 frescos. Conviene abandonar la idea de que el medio,
mecánicamente, modele la vida; por lo tanto, que la vida sea
un proceso de fuera a dentro. Las modificaciones externas
19 actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo
responde con un amplio margen de originalidad imprevisible.
22 Cada especie, y aun cada variedad, y allí cada individuo,
aprontará una respuesta más o menos diferente, nunca
idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
25 dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus
variaciones hay que buscarlos en el interior del organismo.
José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. Internet:
<www.laeditorialvirtual.com.ar> (adaptado).
El elemento “aun” (línea 22) tiene el mismo significado de
Texto V, para responder las preguntas de 26 a 37.
Masculinidad y feminidad, juventud y senectud
1 Las variaciones históricas no proceden nunca de
causas externas al organismo humano, al menos dentro de
un mismo período zoológico. Si ha habido catástrofes
4 telúricas — diluvios, sumersión de continentes, cambios
súbitos y extremos de clima — como en los mitos más
arcaicos parece recordarse confusamente, el efecto por ellas
7 producido trascendió los límites de lo histórico y trastornó la
especie como tal. Lo más probable es que el hombre no ha
asistido nunca a semejantes catástrofes. La existencia ha
10 sido, por lo visto, siempre muy cotidiana. Los cambios más
violentos que nuestra especie ha conocido, los períodos
glaciales, no tuvieron carácter de gran espectáculo. Basta
13 que durante algún tiempo la temperatura media del año
descienda cinco o seis grados para que la glacialización se
produzca. En definitiva, que los veranos sean un poco más
16 frescos. Conviene abandonar la idea de que el medio,
mecánicamente, modele la vida; por lo tanto, que la vida sea
un proceso de fuera a dentro. Las modificaciones externas
19 actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo
responde con un amplio margen de originalidad imprevisible.
22 Cada especie, y aun cada variedad, y allí cada individuo,
aprontará una respuesta más o menos diferente, nunca
idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
25 dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus
variaciones hay que buscarlos en el interior del organismo.
José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. Internet:
<www.laeditorialvirtual.com.ar> (adaptado).
El elemento “sólo” (línea 19) es reemplazable por
Texto V, para responder las preguntas de 26 a 37.
Masculinidad y feminidad, juventud y senectud
1 Las variaciones históricas no proceden nunca de
causas externas al organismo humano, al menos dentro de
un mismo período zoológico. Si ha habido catástrofes
4 telúricas — diluvios, sumersión de continentes, cambios
súbitos y extremos de clima — como en los mitos más
arcaicos parece recordarse confusamente, el efecto por ellas
7 producido trascendió los límites de lo histórico y trastornó la
especie como tal. Lo más probable es que el hombre no ha
asistido nunca a semejantes catástrofes. La existencia ha
10 sido, por lo visto, siempre muy cotidiana. Los cambios más
violentos que nuestra especie ha conocido, los períodos
glaciales, no tuvieron carácter de gran espectáculo. Basta
13 que durante algún tiempo la temperatura media del año
descienda cinco o seis grados para que la glacialización se
produzca. En definitiva, que los veranos sean un poco más
16 frescos. Conviene abandonar la idea de que el medio,
mecánicamente, modele la vida; por lo tanto, que la vida sea
un proceso de fuera a dentro. Las modificaciones externas
19 actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo
responde con un amplio margen de originalidad imprevisible.
22 Cada especie, y aun cada variedad, y allí cada individuo,
aprontará una respuesta más o menos diferente, nunca
idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
25 dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus
variaciones hay que buscarlos en el interior del organismo.
José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. Internet:
<www.laeditorialvirtual.com.ar> (adaptado).
La expresión “Basta que” (líneas 12 y 13) puede ser reemplazada sin producir alteraciones semánticas o gramaticales en el texto por
Texto V, para responder las preguntas de 26 a 37.
Masculinidad y feminidad, juventud y senectud
1 Las variaciones históricas no proceden nunca de
causas externas al organismo humano, al menos dentro de
un mismo período zoológico. Si ha habido catástrofes
4 telúricas — diluvios, sumersión de continentes, cambios
súbitos y extremos de clima — como en los mitos más
arcaicos parece recordarse confusamente, el efecto por ellas
7 producido trascendió los límites de lo histórico y trastornó la
especie como tal. Lo más probable es que el hombre no ha
asistido nunca a semejantes catástrofes. La existencia ha
10 sido, por lo visto, siempre muy cotidiana. Los cambios más
violentos que nuestra especie ha conocido, los períodos
glaciales, no tuvieron carácter de gran espectáculo. Basta
13 que durante algún tiempo la temperatura media del año
descienda cinco o seis grados para que la glacialización se
produzca. En definitiva, que los veranos sean un poco más
16 frescos. Conviene abandonar la idea de que el medio,
mecánicamente, modele la vida; por lo tanto, que la vida sea
un proceso de fuera a dentro. Las modificaciones externas
19 actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo
responde con un amplio margen de originalidad imprevisible.
22 Cada especie, y aun cada variedad, y allí cada individuo,
aprontará una respuesta más o menos diferente, nunca
idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
25 dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus
variaciones hay que buscarlos en el interior del organismo.
José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. Internet:
<www.laeditorialvirtual.com.ar> (adaptado).
La expresión “por lo visto” (línea 10) es reemplazable, sin producir alteraciones semánticas ni gramaticales en el texto por
Texto V, para responder las preguntas de 26 a 37.
Masculinidad y feminidad, juventud y senectud
1 Las variaciones históricas no proceden nunca de
causas externas al organismo humano, al menos dentro de
un mismo período zoológico. Si ha habido catástrofes
4 telúricas — diluvios, sumersión de continentes, cambios
súbitos y extremos de clima — como en los mitos más
arcaicos parece recordarse confusamente, el efecto por ellas
7 producido trascendió los límites de lo histórico y trastornó la
especie como tal. Lo más probable es que el hombre no ha
asistido nunca a semejantes catástrofes. La existencia ha
10 sido, por lo visto, siempre muy cotidiana. Los cambios más
violentos que nuestra especie ha conocido, los períodos
glaciales, no tuvieron carácter de gran espectáculo. Basta
13 que durante algún tiempo la temperatura media del año
descienda cinco o seis grados para que la glacialización se
produzca. En definitiva, que los veranos sean un poco más
16 frescos. Conviene abandonar la idea de que el medio,
mecánicamente, modele la vida; por lo tanto, que la vida sea
un proceso de fuera a dentro. Las modificaciones externas
19 actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo
responde con un amplio margen de originalidad imprevisible.
22 Cada especie, y aun cada variedad, y allí cada individuo,
aprontará una respuesta más o menos diferente, nunca
idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
25 dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus
variaciones hay que buscarlos en el interior del organismo.
José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. Internet:
<www.laeditorialvirtual.com.ar> (adaptado).
El vocablo “trastornó” (línea 7) se usa en el texto con el significado de
Texto V, para responder las preguntas de 26 a 37.
Masculinidad y feminidad, juventud y senectud
1 Las variaciones históricas no proceden nunca de
causas externas al organismo humano, al menos dentro de
un mismo período zoológico. Si ha habido catástrofes
4 telúricas — diluvios, sumersión de continentes, cambios
súbitos y extremos de clima — como en los mitos más
arcaicos parece recordarse confusamente, el efecto por ellas
7 producido trascendió los límites de lo histórico y trastornó la
especie como tal. Lo más probable es que el hombre no ha
asistido nunca a semejantes catástrofes. La existencia ha
10 sido, por lo visto, siempre muy cotidiana. Los cambios más
violentos que nuestra especie ha conocido, los períodos
glaciales, no tuvieron carácter de gran espectáculo. Basta
13 que durante algún tiempo la temperatura media del año
descienda cinco o seis grados para que la glacialización se
produzca. En definitiva, que los veranos sean un poco más
16 frescos. Conviene abandonar la idea de que el medio,
mecánicamente, modele la vida; por lo tanto, que la vida sea
un proceso de fuera a dentro. Las modificaciones externas
19 actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo
responde con un amplio margen de originalidad imprevisible.
22 Cada especie, y aun cada variedad, y allí cada individuo,
aprontará una respuesta más o menos diferente, nunca
idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
25 dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus
variaciones hay que buscarlos en el interior del organismo.
José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. Internet:
<www.laeditorialvirtual.com.ar> (adaptado).
La expresión “al menos” (línea 2) puede ser reemplazada sin producir alteraciones semánticas o gramaticales en el texto por
Texto
Lea con atención el texto de abajo y en seguida conteste las preguntas (de 30 a 35).
Cómo poner fin al acoso escolar
(1) El acoso escolar es cruel, dañino, muy doloroso y, a menudo, invisible. No entiende de sexos, ni de condiciones sociales. Se da en cuanto un niño o una serie de niños deciden hacerle la vida imposible a otro. Una vez que escogen su víctima, la atacan sin piedad. Amenazas, chantajes y mensajes que desarman por dentro al niño acosado, que le van a minar hasta acabar con su ilusión y sus ganas de vivir.
(2) Desgraciadamente, afecta a escolares de todo el mundo. En muchos países intentan frenarlo desde la educación infantil: con valores y normas sociales, respeto a la diferencia, tolerancia; pero, al final, siempre hay algún acosador que rompe las normas.
(3) En Finlandia, han puesto en marcha un programa que está consiguiendo mucho éxito. Se llama KiVa, el diminutivo de dos palabras finlandesas que significan “Contra el acoso escolar”. Es un programa creado por expertos de la Universidad de Turku, donde llevan 25 años estudiando el comportamiento y relaciones entre los niños.
(4) ¿En qué consiste exactamente ese programa? Mientras que en la mayoría de los centros se centran en acosador y víctima, el programa KiVa cambia las normas que rigen el grupo: lo importante es concienciar a los ‘testigos’, los que miran, animan y ríen al agresor. Los que callan. La solución no pasa por intentar cambiar la timidez del agredido ni en cambiar al agresor, sino en que esos testigos actúen ante un caso de acoso escolar. Que arropen al niño agredido y no apoyen al agresor. De esa forma, el agresor se sentirá anulado y el agredido ganará en seguridad. […]
Texto adaptado del guiainfantil.com
https://www.guiainfantil.com/educacion/escuela/acosoescolar/ index.htm
Lea con atención el fragmento del texto sacado del tercer párrafo:
“En Finlandia, han puesto en marcha un programa que está consiguiendo mucho éxito. Se llama KiVa, el diminutivo de dos palabras finlandesas que significan “Contra el acoso escolar”. Es un programa creado por expertos de la Universidad de Turku, donde llevan 25 años estudiando el comportamiento y relaciones entre los niños.”
Con relación al significado de la expresión “han puesto en marcha” y las palabras clave del texto, “acoso escolar”, en letra negrilla, señale la alternativa correcta:
Xatara y Oliveira (2002) clasifican las expresiones idiomáticas como una combinatoria de distribución única y bastante restringida, pues, son presentadas como un sintagma complejo que no tiene paradigma, es decir, casi ninguna operación de sustitución puede ser normalmente aplicada. Presentan, en su esencia, aspectos culturales de la comunidad que las utiliza en una determinada esfera social, en los que evidencian los valores y creencias.
XATARA, C. M.; OLIVEIRA, W. L. PIP – dicionário de provérbios, idiomatismos e palavrões: francês-português/português-francês. São Paulo: Cultura Editores Associados, 2002.
En lo que se refiere a ejemplos de expresiones idiomáticas, señale la alternativa correcta.
TEXTO 06
O texto seguinte servirá de base para responder à questão abaixo:
Disponível em: https://tirasarmandinho.tumblr.com/post/114940951804/armandito-armandi%C3%B1o-sim-voc%C3%AAs-est%C3%A3o-me
Qual real sentido do verbo "tender" na frase "¿Puedo ayudarle a tender la ropa?"
TEXTO 02
O texto seguinte servirá de base para responder à questão abaixo:
Amor a primera vista
El amor a primera vista
es alma que cambia de cuerpo
como nido de pájaro,
es sed repentina
del agua del otro.
(Fruta en el lugar. São Paulo: FTD, 1991. P. 13.)
En el poema el autor dice que tiene una sed repentina. ¿Cuál es el significado de esta sed?
Em oración “Abre la ventana y da las gracias: ese es mi lema del día”, el término que traduce correctamente el resaltado es:
Las cuestiones 16 y 17 se refieren a la parte del texto de J. Díaz-Corralejo.
El aprendizaje de las lenguas extranjeras es un proceso en el que el desarrollo se hace individualmente y está constituido por diferentes etapas de desestructuración y de __________________ para construir un sistema, o sistemas, de lengua y cultura además del materno. Las etapas intermedias las llamamos interlengua y, poco a poco, los profesores tienen en cuenta que los errores no son faltas (Lamy 1976, Corder 1980: 13) que hay que castigar o que poner en evidencia, sino pistas que permitan conocer los obstáculos que cada alumno encuentra en la progresión de su aprendizaje de las lenguas extranjeras.
CONDE, J. Díaz-Corralejo. Didáctica de las lenguas extranjeras: los enfoques comunicativos, in Didáctica, 8, 87-103. Servicio de Publicaciones UCM. Madrid, 1996. http://revistas.ucm.es/index.php/DIDA/article/view/DIDA9696110087A
Señale la alternativa correcta, que presenta el término apropriado: