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Q1693403 Espanhol
Lea las palabras: anemia / legumbre / apellido. Las palabras son, respectivamente:
Alternativas
Q1693402 Espanhol
Relaciona las palabras con la justificativa correcta de la acentuación gráfica. Después, marca la opción que contiene la secuencia correcta entre palabra y justificativa.
1. Bíceps. 2. Canción. 3. Régimen. 4. Más. 5. Cómpramelo.
( ) Es acentuada porque es una palabra esdrújula. ( ) Es acentuada porque es una palabra sobresdrújula. ( ) Es acentuada porque es una palabra llana. ( ) Es acentuada porque es una palabra aguda. ( ) Palabra acentuada diacríticamente porque posee la misma forma, pero distinta función.
Alternativas
Q1693396 Espanhol

Lea el texto y responda la cuestion.


El español en el mundo

(*Publicado el 25/06/2014 en Elimparcial.es.)

En memoria de Jaime Otero


    Tener el rango de lengua internacional, como el español, es un activo valioso porque opera en un espacio y para un conjunto de usos que trascienden los propios de una lengua nacional. No hay duda que el español está de moda y en auge (salvo en Cataluña), a gran diferencia del país inmerso en una profunda crisis.

   El español es hablado por 500 millones de personas (el 7% de la población mundial), en comparación con los apenas 60 millones de hispanoparlantes de principio del siglo XX.El inglés, en cambio, tiene un numero de nativos de la lengua ligeramente inferior a los del castellano pero que lo rebasa ampliamente si el cómputo se extiende hasta incluir los que lo tienen como segunda lengua o como lengua extranjera: cerca de los 1.000 millones de habitantes (menos que los 1,400 millones de personas cuyo primer idioma es el chino mandarín).

    El inglés es la lengua franca, particularmente en el mundo diplomático y de negocios, mientras que el español es un gran lengua internacional.

   El español y el hindi tienen una dimensión de hablantes relativamente similar a nivel mundial, pero el valor como lengua de comunicación internacional del primero es muy superior al del segundo, ya que mientras el español es hablado como lengua oficial en 21 países, el hindi (como el chino mandarín con más de 1,0 mil millones de parlantes nativos) lo es solo en uno. Consecuencia de este hecho es que el español sea reconocido, por ejemplo, como lengua oficial en relevantes instancias internacionales relevantes como las Naciones Unidas y no lo sea el hindi.

   Escribe Javier Rupérez en el último número de Tribuna Norteamericana, sobre España y los hispanos de los Estados Unidos, la excelente revista publicada por el Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, que dirige José Antonio Gurpegui, “el español es utilizado en múltiples aspectos de la vida diaria, hasta el extremo que sin exageración se podría afirmar que hoy, si no se tienen grandes ambiciones, es casi posible vivir en los Estados Unidos utilizando sólo el español”.

   Mientras el francés está en declive y intenta sobrevivir (François Mitterand llegó durante su presidencia a referirse a la “guerra contra lo anglosajón”), la pujanza del español obedece más bien a criterios de afirmación cultural y política.

   Estas consideraciones están bien meditadas en otro libro concebido dentro del proyecto de investigación sobre El valor económico del español: una empresa multinacional (Proyecto Fundación Telefónica). El nuevo libro, escrito por Rupérez, antiguo embajador de España en Washington, y David Fernández Vítores, profesor en el grado de Traducción e Interpretación de la Universidad Complutense de Madrid, y con diez acotaciones de varios expertos, estudia la situación en la que se encuentra el español en algunas de las instancias internacionales más relevantes a las que pertenece España: muy particularmente, en Naciones Unidas y en la Unión Europea.

   En las Naciones Unidas, dice Rupérez, chocan dos principios incompatibles, que son el inevitable precio del multilateralismo: el mantenimiento del multilingüismo, como muestra de respeto hacia la individualidad de países y culturas, frente al utilitarismo monolingüe (el inglés), que serviría para acortar tiempos y reducir gastos. Existe una brecha entre las lenguas oficiales de iure y las lenguas operativas de facto: si en las primeras el español está bien posicionado, en las segundas su posición queda notablemente relegada.

    El reto es asegurar los espacios donde existe como primera lengua y en ampliar los todavía escasos en donde lo hace como segunda lengua.

   Entre las acotaciones hay una de Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano, quien en estos tiempos de austeridad habla de la necesidad de dar un enorme impulso al Instituto Cervantes. “Para ello tenemos que crear un modelo nuevo que permita crear veinte sedes al año, y no cinco como ocurre ahora. Esto se puede llevar a cabo aprovechando capital e interés local. Si es una lengua útil, seguro que en los países en los que está presente habrá inversores nativas que quieran cooperar con el Instituto Cervantes. Con el modelo actual vamos muy despacio y con él no conseguimos suficiente impulso para el español.”

    Lejos de expandirse, los recortes han llevado el Cervantes al cierre de dos centros en Brasil, además de los de Sofía y Damasco.

    Mientras tanto, en España, la pelea abierta entre el Ministerio de Educación y la Generalitat de Cataluña sobre la enseñanza en castellano se intensifica.

    William Chislett es periodista y escritor. Fue corresponsal de The Times de Londres en España (1975-78) y luego del Financial Times en México (1978-84). Ha escrito 20 libros sobre varios países. Es investigador asociado del Real Instituto Elcano.


(Disponible en: www.WilliamChislett.com. (Adaptada) http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL

_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/lengua+y+cultura/opinion_chislett_espanol-spanish. Y http://www.elimparcial.es/noticia/112601

/sociedad/el-espanol-en-el-mundo. Aceso: 20/12/2016.)

En el fragmento “Mientras el francés está en declive y intenta sobrevivir…” (6º párrafo), la palabra “mientras” destacada en el fragmento puede ser sustituida, sin alteración de:
Alternativas
Q1693394 Espanhol

Lea el texto y responda la cuestion.


El español en el mundo

(*Publicado el 25/06/2014 en Elimparcial.es.)

En memoria de Jaime Otero


    Tener el rango de lengua internacional, como el español, es un activo valioso porque opera en un espacio y para un conjunto de usos que trascienden los propios de una lengua nacional. No hay duda que el español está de moda y en auge (salvo en Cataluña), a gran diferencia del país inmerso en una profunda crisis.

   El español es hablado por 500 millones de personas (el 7% de la población mundial), en comparación con los apenas 60 millones de hispanoparlantes de principio del siglo XX.El inglés, en cambio, tiene un numero de nativos de la lengua ligeramente inferior a los del castellano pero que lo rebasa ampliamente si el cómputo se extiende hasta incluir los que lo tienen como segunda lengua o como lengua extranjera: cerca de los 1.000 millones de habitantes (menos que los 1,400 millones de personas cuyo primer idioma es el chino mandarín).

    El inglés es la lengua franca, particularmente en el mundo diplomático y de negocios, mientras que el español es un gran lengua internacional.

   El español y el hindi tienen una dimensión de hablantes relativamente similar a nivel mundial, pero el valor como lengua de comunicación internacional del primero es muy superior al del segundo, ya que mientras el español es hablado como lengua oficial en 21 países, el hindi (como el chino mandarín con más de 1,0 mil millones de parlantes nativos) lo es solo en uno. Consecuencia de este hecho es que el español sea reconocido, por ejemplo, como lengua oficial en relevantes instancias internacionales relevantes como las Naciones Unidas y no lo sea el hindi.

   Escribe Javier Rupérez en el último número de Tribuna Norteamericana, sobre España y los hispanos de los Estados Unidos, la excelente revista publicada por el Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá, que dirige José Antonio Gurpegui, “el español es utilizado en múltiples aspectos de la vida diaria, hasta el extremo que sin exageración se podría afirmar que hoy, si no se tienen grandes ambiciones, es casi posible vivir en los Estados Unidos utilizando sólo el español”.

   Mientras el francés está en declive y intenta sobrevivir (François Mitterand llegó durante su presidencia a referirse a la “guerra contra lo anglosajón”), la pujanza del español obedece más bien a criterios de afirmación cultural y política.

   Estas consideraciones están bien meditadas en otro libro concebido dentro del proyecto de investigación sobre El valor económico del español: una empresa multinacional (Proyecto Fundación Telefónica). El nuevo libro, escrito por Rupérez, antiguo embajador de España en Washington, y David Fernández Vítores, profesor en el grado de Traducción e Interpretación de la Universidad Complutense de Madrid, y con diez acotaciones de varios expertos, estudia la situación en la que se encuentra el español en algunas de las instancias internacionales más relevantes a las que pertenece España: muy particularmente, en Naciones Unidas y en la Unión Europea.

   En las Naciones Unidas, dice Rupérez, chocan dos principios incompatibles, que son el inevitable precio del multilateralismo: el mantenimiento del multilingüismo, como muestra de respeto hacia la individualidad de países y culturas, frente al utilitarismo monolingüe (el inglés), que serviría para acortar tiempos y reducir gastos. Existe una brecha entre las lenguas oficiales de iure y las lenguas operativas de facto: si en las primeras el español está bien posicionado, en las segundas su posición queda notablemente relegada.

    El reto es asegurar los espacios donde existe como primera lengua y en ampliar los todavía escasos en donde lo hace como segunda lengua.

   Entre las acotaciones hay una de Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano, quien en estos tiempos de austeridad habla de la necesidad de dar un enorme impulso al Instituto Cervantes. “Para ello tenemos que crear un modelo nuevo que permita crear veinte sedes al año, y no cinco como ocurre ahora. Esto se puede llevar a cabo aprovechando capital e interés local. Si es una lengua útil, seguro que en los países en los que está presente habrá inversores nativas que quieran cooperar con el Instituto Cervantes. Con el modelo actual vamos muy despacio y con él no conseguimos suficiente impulso para el español.”

    Lejos de expandirse, los recortes han llevado el Cervantes al cierre de dos centros en Brasil, además de los de Sofía y Damasco.

    Mientras tanto, en España, la pelea abierta entre el Ministerio de Educación y la Generalitat de Cataluña sobre la enseñanza en castellano se intensifica.

    William Chislett es periodista y escritor. Fue corresponsal de The Times de Londres en España (1975-78) y luego del Financial Times en México (1978-84). Ha escrito 20 libros sobre varios países. Es investigador asociado del Real Instituto Elcano.


(Disponible en: www.WilliamChislett.com. (Adaptada) http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL

_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/lengua+y+cultura/opinion_chislett_espanol-spanish. Y http://www.elimparcial.es/noticia/112601

/sociedad/el-espanol-en-el-mundo. Aceso: 20/12/2016.)

Lea el fragmento … “la pujanza del español obedece más bien a criterios de afirmación cultural y política” (6º párrafo). Marca la opción que presenta un sinónimo para la palabra subrayada, en el contexto.
Alternativas
Q1689563 Espanhol
Texto 4A3-III


    El español Mario Costeja encarnó la paradoja de esta época al conquistar el “derecho al olvido” y, por ello, ser más recordado que nunca. El abogado se quejaba de que, al teclear su nombre en Google, encontraba destacado un texto que manchaba su reputación. Era una página del periódico La Vanguardia, publicada en 1998, que relacionaba su nombre con la subasta de una propiedad por deudas con el Gobierno. Pidió que los enlaces a la noticia fueran eliminados, pero tanto el periódico como Google rechazaron la solicitud. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que buscadores como Google deberán permitir que las personas sean “olvidadas” cuando las informaciones ya superadas de su pasado sean consideradas lesivas o sin relevancia. Pero abre un precedente, tal vez peligroso, y una discusión fascinante. ¿Tenemos derecho a ser olvidados?
     Mario Costeja, de 56 años, probablemente vaya a descubrir que no. Él obtuvo una victoria inédita —no sobre cualquiera, sino sobre un gigante, Google—. Desde la decisión del tribunal, cuando su nombre es tecleado en el buscador, el número de menciones es muchas veces mayor. A lo largo de varias páginas hay noticias en la prensa de diferentes partes del mundo sobre su victoria. Lo que él quería que fuera olvidado es recordado en todas ellas, ya que es la razón por la cual acudió a la Justicia. Si antes ese episodio podía, eventualmente, ser recordado por un público interesado, al entrar en Google, ahora jamás será olvidado por un número mucho mayor y más variado de personas, al entrar a la historia del derecho digital, un campo en disputa encarnizada.
     Hay varias implicaciones en esa decisión del tribunal europeo. Sin contar el debate complejo que ha contrapuesto los derechos a la información y la libertad de expresión al derecho a la privacidad. Pero hay una, subyacente, que me interesa más: la construcción de la memoria después de Internet. O, siendo más específica, no solo si es posible ser olvidado, sino algo más: ¿es posible morir?
     Me parece que Mario Costeja no quería ser olvidado, sino controlar la narrativa de su vida. Él quería editarla, cortando las partes que consideraba vejatorias y manteniendo las más edificantes. Para él, no bastaba con superar personalmente un mal momento, era necesario que nadie supiera que lo había vivido. Costeja no está solo en ese deseo. Muchos hacen eso todos los días en Internet, ese campo en que cabe todo, al escoger qué publicar en Instagram, Facebook, en Twitter, en otras redes sociales, en blogs y webs personales en forma de texto, vídeo, fotos y audio. Solo publicamos aquello que creemos que hace bien a nuestra imagen —y, en última instancia, a nuestra memoria en construcción—.

Eliane Brum. ¿Es posible morir después de Internet?
Internet: <elpais.com/sociedad> (con adaptaciones).
En el texto 4A3-III, la expresión conjuntiva “ya que” en “ya que es la razón por la cual acudió a la Justicia”, representa un significado
Alternativas
Respostas
121: A
122: D
123: C
124: A
125: D